Tres competidores, en los “Huguitos”
Los Premios Hugo correspondientes a espectáculos infantiles se movieron al ritmo del
2x4. Tanguito mío, un musical bien guapito se llevó cinco estatuillas: la de mejor musical infantil, las de dirección, libro y coreografía, en los tres casos a nombre de Gastón Marioni, y la destinada a la mejor actuación femenina, para Vanesa Butera.
Maléfica, dirigida por Héctor Presa, y Objetos maravillosos, de Hugo Midón, en una puesta de Gabi Goldberg, fueron distinguidas con los demás premios destinados a las obras de los chicos. El mismo Presa y Guillermina Calicchio –como mejor autor y actriz, respectivamente– compartieron premios con Tangui
to, por un lado; y con Carlos Gianni por la música y Roberto Peloni, por su actuación en Objetos maravillo
sos, por el otro. Entre las tres obras se llevaron los nueve premios de espectáculos infantiles; es decir, de las 23 nominaciones del rubro, 20 fueron de esas tres obras. Sólo se agregaban allí dos nominaciones para Los Peques (coreografía e interpretación femenina), dirigida también por Presa, y una para El Principito (coreografía), en la versión dirigida por Eduardo Gondell y Hugo Gómez Carranza en el Coliseo.
Los ganadores de los premios son cabales merecedores de los mismos. Llama la atención, sin embargo, la concentración de elección del jurado sobre unas pocas obras. Las tres son muy buenas puestas en escena, pero su presencia casi exclusiva se debe también a que hubo menos obras competitivas que en tempo-
radas anteriores. Faltó la presencia de espectáculos de las salas oficiales. Tanto el Teatro Nacional Cervantes, como el San Martín y el 25 de Mayo ofrecieron reposiciones del año previo. Y el grupo Random Creativos, que había sorprendido con
Alicia en Frikiland, en 2012, estuvo presente también este año, pero con su musical para público general De
gira en La Farruka.
El carácter multifacético del musical es difícil de montar por producciones independientes y depende de grandes nombres para ser redituable en las producciones mayores. Así Tanguito mío, una puesta llegada desde fuera del circuito comercial –fue estrenada con otro elenco hace unas temporadas en La Plata–, con todos los elogios de crítica y jurados no fue un éxito comercial este año en el Maipo. La ausencia física de Hugo Midón, quien supo aunar la excelencia artística con una producción adecuada –aunque nunca fácil de convocar, como él mismo solía decir–, no ha sido suplida aún en el caso del espectáculo para chicos por una continuidad del musical como un género de fuerte presencia a la vez cualitativa y cuantitativa. El surgimiento de impulsos renovadores desde el off y el aporte de la experiencia de referentes como Héctor Presa y Carlos Gianni se verían potenciados mediante el estímulo de la programación de las salas oficiales, con su capacidad de sumar convocatoria, instalaciones y producción. Los Premios Hugo son, también en este sentido, una bienvenida vidriera para percibir de un pantallazo la situación de la escena del musical.ß