Patricia Sarán. “Respeto cualquier forma de vida”
un espacio experimental en busca de la entrevista soñada: el invitado se interroga y se fotografía
En una charla íntima, literalmente, Patricia Sarán recuerda una vez más el ascensor que, en un aviso publicitario de jeans, la elevó a la notoriedad en los años 80. Además, la actriz, modelo y conductora se declara vegetariana y demasiado sensible, y habla muy bien de su perro, Gusi. Para terminar, autofoto desde un estante. —¿Sobre qué te preguntan siempre? — Sobre el ascensor. —¿Qué cosas te alegran? — Los gestos de empatía, la bondad, la risa de un niño, los animales, la naturaleza, etcétera. —¿Qué cosas te sacan? — La injusticia, la indiferencia, el egoísmo, la ambición desmedida y la maldad. —¿Qué te aburre? — La estupidez. —¿Te reís? — Sí. Con la gente, pero no de la gente, y de algunas cosas mías. —¿Un trabajo? — El autoconocimiento, para lograr ser cada día mejor persona. —¿A quiénes admirás? — A las personas que no se rinden, que cuando se caen se vuelven a levantar y le ponen el corazón a lo que hacen. —¿Lo mejor de un hombre? — La capacidad de amar. —¿Creés en Dios? — Creo en algo superior, no sé cómo llamarlo. —¿De qué disfrutás? — De un buen libro, de una película o una conversación con amigos. —¿Sos vegetariana? — Sí, antes lo era solamente por un tema de salud. Ahora, porque respeto cualquier forma de vida. —¿Un defecto tuyo? — Demasiada sensibilidad. —¿Una virtud? — Me gusta aprender algo de todos. —¿Un deseo? — Que tomemos conciencia de que si destruimos el planeta nos destruimos a nosotros mismos. —¿Qué te alegra el alma? — Cantar, bailar y, sobre todo, ayudar a los demás. —¿Cuál es el sentido de la vida para vos? — Evolucionar como persona. —¿Le tenés miedo a la soledad? — No, a veces me parece necesaria.
—¿Te molesta la soledad? - Creo que es fundamental pasar momentos solo para poder hacer introspección. —¿Te molesta la mentira? — Sí, pero no por la mentira en sí, sino porque me doy cuenta. Soy pisciana, muy intuitiva. —¿El dolor enseña? — Siempre, sólo que hay gente de la que prefiero no aprender. —¿Qué te interesa de una persona? — Su mirada, saber qué cosas se pregunta y, lo más importante, su corazón. —¿Qué cosas te dejan con la boca abierta?
— Me gusta estar cómoda en mi casa, en mi barrio. El otro día tuve que hacer una producción de fotos, salí de casa junto con el fotógrafo y los asistentes. Yo estaba con vestido largo a las 2 de la tarde. Me para una vecina y me dice: “¿Ves? Cuando querés, te vestís bien”. —¿Pensás en la muerte? — Sí, como parte de la vida. No le tengo miedo, quisiera no sufrir física ni mentalmente y llevarme el corazón repleto de afectos, que es lo único que te queda. —¿Creés en el amor incondicional?
—Sí, el de mi perro, Gusi. —¿Helado de qué?
—¡ De dulce de leche y chocolate almendrado!