LA NACION

Matthysse arma su propio territorio en Las Vegas

A horas del pesaje para la pelea por el título mundial welter junior ante Danny García, la puesta a punto del chubutense es óptima; “Le voy a hacer tragar las palabras”, dijo en referencia al clima agresivo y hostil creado por el rival y su entrenador

- Osvaldo Príncipi

LAS VEGAS.– Entre una lluvia intermiten­te, que aparece cuando quiere y los millares de turistas, sobre todo mexicanos, que van llegando a esta ciudad, la cuenta regresiva de la gran reunión mundialist­a de este sábado toma fondo, color y vida. El chubutense Lucas Matthysse se convirtió en el primer gran actor de reparto. Secundando a un rey absoluto como Floyd Mayweather, favorito para su compromiso de unificació­n del cetro mediano jr (AMB-CMB), y a un brioso mexicano como Saúl “Canelo” Álvarez, de un récord rimbombant­e de 43 peleas invictas, que no encuentra aún el “empujón” final, según los expertos, para su realizació­n definitiva. Matthysse sigue siendo el favorito 3-1 sobre el norteameri­cano Danny García, para obtener el título welter jr. absoluto del Consejo Mundial de Boxeo. A los 30 años, todo le causa mucha curiosidad. Quiere ver y desea aprender. Sobre todo el efecto que causa el distinto tono de la promoción en los espectácul­os de boxeo. Sabe diferencia­r el buen gusto de la grosería y también sabe que su simpleza le cae muy bien a la gente.

Previo a realizar su último entrenamie­nto en el gimnasio privado del hotel MGM, junto a un equipo trabajador, con base en Junín, que supo crecer junto con él (compuesto por Luis “Cuty” Barrera, ex campeón sudamerica­no welter, entrenador principal; Darío Fernández, colaborado­r técnico; el doctor Eduardo Leguizamón y Mario Arano, mánager), el patagónico se prestó a su último dialogo previo al pesaje, que se efectuará a las 18 de la Argentina.

–Se dio cuenta de que Las Vegas lo tomó como a un favorito, ¿cómo lo vive?

–Sentir el apoyo de la gente en el exterior es bárbaro. Nunca pensé al bajar de la limusina, que esa multitud me esperaba. Creí que era para los otros, pero no: buscaban mi foto y mi firma.

–Usted es un gran amigo de sí mismo, de su soledad y de sus tiempos. ¿Goza o sufre de esta espera de las peleas millonaria­s?

– Lo gozo un poco. Yo no salgo del hotel ni disfruto de Las Vegas, pero valoro lo que estoy haciendo para el boxeo argentino y allí está mi alegría.

–García y su padre lo “pincharon” y humillaron bastante en la conferenci­a. ¿Qué sintió por ello y qué piensa de la pelea?

–La verdad es que me jode un poco. Sabíamos que era sobrador. Yo hablo arriba del ring, con los puños. Los insultos del padre de García son propios de un estúpido. Lo escuchaba y me daba un poco de pena y otro poco de risa. Fue irrespetuo­so con mi país y el sábado le voy a hacer tragar sus palabras.

–Usted no vio videos de García, su rival. No sabe cómo pelea y jamás lo hace. ¿Por qué?

–No me gusta verlos completos. Veo un poquito, como se paran y chau… después, en base a eso, todo se acomoda en el ring. No me gusta ver videos; los vi una sola vez cuando peleé con Vivian Harris y me puse muy nervioso en los días previos. Me dije ‘¡Nunca más!’ Confío en mí y en el equipo que trabaja conmigo.

–Después de ver su pelea con Lamont Peterson, que duró menos de 3 rounds, ¿qué hay que esperar de usted?

–Yo voy siempre al frente. Puedo hacer todo, boxear y contraatac­ar, pero últimament­e me siento confiado avanzando.

–Su perro ‘Pirata’ hoy es más famoso que el célebre ‘Jazmin’, el de Susana Giménez. ¿Lo piensa traer a Las Vegas , en su próxima pelea?

– ‘Pirata’ es mi gran amigo, es un pitbull de dos años, me encantaría traerlo en el avión pero haría un desastre. Somos buenos y bravos compinches… por ahí, quién le dice, viajamos juntos. Me gustan los perros y recomiendo los pitbull.

–La vida le va a cambiar. Después del sábado, puede venir todo, a lo grande, en caso de ganar. ¿Cree que está maduro para ello?

–De a poco voy madurando. Lo que gané lo guardé. Mi hija Priscila tiene su casa y yo la mía. Arano me habla mucho y siempre me da buenos consejos. Creo que me voy a cuidar bien…

Matthysse efectuó con bastante intensidad su último entrenamie­nto. Se alimentó fuerte y bien, y ello tiene un costo a la hora de la balanza, a horas del pesaje. Deberá pesar 63,500 kilogramos. Será el primer acto a cumplir en esta aventura tendiente a la conquista de Las Vegas.ß

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