Despertar a los Wallabies es el objetivo inmediato
El flamante coach McKenzie sacó al líder, Genia, y le dio la capitanía al octavo Mowen; busca la reacción grupal
PERTH, Australia.– Algo no anda bien. La sociedad entre el público australiano y los Wallabies se vio afectada. La disconformidad se siente en la calle, en cada bar o restaurante de esta ciudad. El rendimiento del tercer equipo del mundo los sigue decepcionando. Sólo un saludo frío se escucha sobre la avenida St. Georges cuando Will Genia sale del búnker del equipo, el Hotel Duxton. Acompañado de algunos compañeros, el medio-scrum que acaba de perder la capitanía, símbolo del equipo el último lustro, sólo recibe indiferencia.
Las viejas glorias locales también ven con asombro la realidad del equipo. Entre ellos el ex capitán Nick Farr-Jones, que ayer aseguró que si pierden ante la Argentina, los jugadores deberían entregar la mitad de su sueldo. “La derrota ante los Springboks por 38-12 fue un desastre”, dijo el ex back.
Así vive por estas horas Australia la previa del duelo ante la Argentina de mañana, desde las 7.05 (hora de nuestro país). Preocupado por las tres derrotas en este Rugby Championship –ante los All Blacks (2) y ante Sudáfrica, hace una semana en Brisbane–, el flamante entrenador Ewen McKenzie sacudió la estantería. La decisión más drástica fue la del cambio de capitán: Ben Mowen reemplazará en esa responsabilidad a Genia, que fue relegado al banco de suplentes.
“Las cosas cambian; Mowen es la persona correcta para este momento. Tiene su propio estilo de liderazgo y las cosas muy claras”, dijo McKenzie, que con este cambio busca generar la reacción de sus dirigidos. El encargado para resucitar la campaña de los Wallabies será el octavo.
No fue una decisión sencilla para el reemplazante de Robbie Deans. “Will (por Genia) respondió bien. Fue una semana difícil para él, pero está trabajando duro. Sabemos que es un jugador de clase mundial, sólo tiene que volver a su mejor forma. Jugadores de gran talento con Genia son muy competitivos; seguramente aceptará la competencia y hará todo lo que esté a su alcance para volver a la titularidad. Seguimos buscando cosas para despertar al equipo, queremos conseguir un resultado positivo”, sostuvo el coach.
Como Nº 9 tendrá la oportunidad Nic White, que debutó en el Rugby Championship frente a Nueva Zelanda, en Sydney. Aunque ya sumó varios minutos, esta será la primera vez que ingresará como titular. Un día especial para el jugador de 23 años de los Brumbies, finalistas del último Súper Rugby. Además, McKenzie dispuso otra variante: Ben Alexander entrará en la primera línea por Sekope Kepu. Por su parte, en el banco estarán Sitaleki Timani y Tevita Kuridrani por Liam Gill y Jesse Mogg.
“Dejamos en claro antes de nuestro primer partido contra Nueva Zelanda, que este grupo tenía fuertes ideas en cuanto a cómo jugar cada encuentro. Tenemos el objetivo y la determinación de jugar con ambición y talento; no nos estamos alejando de esa filosofía”, manifestó McKenzie, histórico jugador de los Wallabies en la década del 90.
Los australianos llegan en baja, pero son un equipo de primera categoría. El entrenador volvió a confiar en Quade Cooper, el enorme y ciclotímico apertura, para tener de compañero del joven White.
La luna de miel terminó abruptamente. Los resultados son, en definitiva, los que mandan en el súper profesionalismo. Australia, una de las potencias del deporte ovalado, necesita ganar para dar una vuelta de página. Ahí, frente a los Pumas, tendrán una oportunidad para empezar a enmendar el recorrido. En ese sentido, fue Graham Henry, el asistente estrella de los Pumas, el que puso en contexto la realidad y el pasado de los aussies. “[Los Wallabies] están luchando, ¿no es así? Fueron el mejor equipo del mundo en el cambio de siglo. Ya se recompondrán otra vez, es sólo una cuestión de tiempo. Un par de victorias les dará algo de confianza. El rugby es un juego simple. No se necesita un par de años para construir un equipo, puede tomar una semana. Esperemos que no sea esta semana”, dijo el neozelandés, entrenador campeón del mundo.
Para James O’Connor, una de las estrellas australianas, entre las razones que explican el momento destacó el relajo del equipo. “Estamos en un agujero y eso se debe que nos relajamos. Estábamos cómodos. Pero no podemos lamentarnos toda la semana, trabajamos duro para revertirlo”, dijo el wing.
Australia no tiene margen de error. Una derrota ante los Pumas podría generar una oleada de críticas que difícilmente un grupo con la confianza en baja y un nuevo entrenador logren revertir. Ganar es la única opción que contemplan. ß