CUBA, EN UN CLÁSICO FUERTE
Venció al CASI y quedó a un paso de las semifinales del Top 14 del rugby
Con un hombre menos y en el final, le ganó el clásico al CASI por 23-19 y está a un paso de las semifinales del Top 14; Hindú también quedó cerca
La gélida llovizna que celebra la llegada de la primavera parece congelarse. Corre el minuto 46 del segundo tiempo y la incertidumbre domina la escena en Villa de mayo. el árbitro borghi aguarda, con el auricular bien apretado contra su oído, la confirmación de una jugada que cambiará el destino de la tarde.
Luego del tercer penal consecutivo pateado al touch y transformado en line por CUbA, un empecinado maul se derrumbó –adrede– sobre la línea de cal del in-goal visitante. pero las dudas fueron muchas y nadie se animó, siquiera, a festejar calladamente. sólo un pitazo certero, liberador, con el brazo extendido hacia el cielo, desató la alegría y las lágrimas en una celebración cargada de emoción.
CUbA, con un gran poder de concentración y convicción, consiguió un triunfo por 23-19 sobre el CAsi, en tiempo cumplido, que le acaricia el alma y solventa su ilusión. se trató de un cotejo en el cual no claudicó en sus intenciones, aun cuando en el segundo tiempo se quedó con un jugador menos y sufrió un try que le valió la pérdida momentánea del tanteador.
“bajamos el line y ellos quisieron derrumbarlo. Ya casi a ras del piso repiqueteamos tres veces y apoyamos a lo último. Lo cobraron porque fue claramente try. si no, me moría”, dijo Facundo bosch, autor de las dos conquistas cubanas.
el encuentro comenzó de manera muy distinta a la forma en que finalizó. La Academia, que se planteó como dominador en la primera etapa, no logró continuidad en su propuesta. en el inicio marcó los tiempos del partido y obligó a su anfitrión a defenderse durante los 40 minutos iniciales (9-3).
pero, lentamente, el conjunto universitario torció la tendencia. Con un try de bosch (error forzado del CAsi) y penales de güemes tomó control del partido, a sólo veinte minutos del final. Con soberana sapiencia, CUbA había encontrado la manera de jugar en una tarde cambiante desde el aspecto climatológico.
La intermitencia de la llovizna obligaba a cerrar el juego cuando la pelota se mojaba y permitía, lucidez de por medio, abrirla cuando, por tanto roce, se secaba. Allí radicó una de las razones por las cuales el equipo de Villa de mayo terminaría imponiéndose.
sin embargo, para que ello ocu- rriera todavía debería sufrir para alcanzar el éxito. Cuando el trámite parecía encaminado y cerrado a sorpresas, una inconducta de ponce dejó a su equipo con un hombre menos, a 10 minutos del epílogo.
este hecho despertó el natural instinto del Atlético por el juego suelto y provocó la mejor jugada de la tarde. Con dinamismo y precisión muslera coronó un ataque bajo los postes que reacomodó la pizarra y la puso 19-16, a su favor.
Aquella acción, que debería haber sido lapidaria para los cubanos, fue la que los redimió. empujado por un fuego interior incontenible
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fueron los tries que marcó el hooker de CUBA, Facundo Bosch. Universitario no vencía al CASI como local desde 2004. asfixió a su rival contra el fondo de la cancha y lo obligó a cometer infracciones. Con 14 hombres, aunque con ocho forwards (el segunda línea Uriarte reemplazó al wing bence pieres), presionó hasta conseguir tres penales consecutivos.
Y después de aquel maul, que tanto suspenso suscitó, obtuvo su merecido premio por no cejar en su esfuerzo. Una vez finalizado el encuentro, bautista güemes reconoció: “no nos servía el empate ya que ellos estaban arriba nuestro. Fuimos a buscar la victoria y así fue. para ganar pusimos huevo y corazón”.
CUbA, que vive una de sus mejores temporadas en mucho tiempo, sueña despierto. Los 43 años sin festejos (su última conquista data de 1970) no parecen pesar en un plantel que, en cada presentación, demuestra que su camino hacia la madurez es el adecuado. este triunfo es una muestra de carácter que deberá tener muy presente para seguir soñando en grande.