Preguntas sin respuestas
Parece increíble que el reportaje que Cristina Kirchner concedió en estos días a la TV Pública fuera noticia por ese sólo hecho más que por su contenido, no muy diferente al de los monólogos presidenciales desde el atril y a sus reinterpretaciones de la historia reciente. Sin embargo, esta mínima excepción a la regla tácita de evitar entrevistas y conferencias de prensa abiertas deja al descubierto la ausencia de respuestas del gobierno de CFK a infinidad de preguntas sobre los próximos dos años de la Argentina. Y que en cuestiones como inflación, inseguridad, incertidumbre sobre la economía y el empleo, corrupción, narcotráfico o confrontación política, explican en buena medida la derrota sufrida por el oficialismo en las PASO.
De ahí que plantear un conjunto de preguntas elementales puede ser un ejercicio constructivo, sobre todo cuando arranca la campaña para las legislativas del 27 de octubre. Aunque para uso periodístico no sea ideal formularlas por escrito (ya que impiden las repreguntas), pueden servir de orientación para el elenco de funcionarios y candidatos oficiales, que suelen hablar de problemas más cercanos a 2003 que a 2015: –¿Por qué el Indec no informa los precios que justifican la inflación “oficial” de 10,6% anual y la canasta básica a un costo de 1700 pesos mensuales para trazar la línea de pobreza de una familia tipo? –¿El próximo Índice de Precios al Consumidor Nacional (IPC) incluirá los verdaderos precios que pagan los consumidores en todo el país? –¿A juicio de la Presidenta, cuáles fueron los mayores aciertos de Guillermo Moreno? ¿Y sus fracasos? ¿Por qué admite medidas no escritas? –¿Cuál es el plan del Gobierno para reducir, o al menos contener, la inflación en los próximos dos años? –¿Por qué la recaudación impositiva sube al 27% interanual y el tipo de cambio se ajusta ahora casi lo mismo, si la inflación según el Indec es menos de la mitad? –¿Por qué no se aplica en Bienes Personales un ajuste por inflación similar al del piso salarial de Ganancias y las categorías del monotributo? –¿Y en las escalas de Ganancias y los balances de las empresas? –¿En qué se apoya la suba del producto bruto interno (PBI) de 6,2% proyectada en el Presupuesto 2014? –¿Si el gasto público aumenta más del 15,6% previsto, el Gobierno distribuirá los excedentes por DNU o negociará en el Congreso? –¿Si el Gobierno promueve el federalismo, por qué no coparticipa la mayor emisión monetaria con las provincias y en cambio las empuja a subir impuestos locales o a colocar deuda ajustada al dólar oficial? –¿Cuál es el límite para los subsidios a energía y transporte, que ya alcanzan 4,5% del PBI y equivalen al déficit fiscal? –¿Qué sentido redistributivo tiene mantener congeladas las tarifas, mientras suben los demás precios, el impuesto inflacionario y la presión tributaria? –¿Por qué el Gobierno no sincera y retrasa el pago de la deuda con jubilados por juicios ganados al Estado? –¿Qué justifica hoy otra prorroga de la ley de emergencia económica? –¿Cómo piensa el Gobierno recuperar la confianza del sector privado, para que aumente inversiones y vuelva a crear empleos? –¿Qué autocrítica le merecen el cepo y los controles cambiarios por sus efectos negativos sobre la economía? –¿Planea desdoblar el mercado cambiario, subir el dólar turista para contener la salida de divisas por viajes al exterior o apelar a otro tipo de controles? –¿Cuál es el criterio para autorizar o frenar importaciones (no energéticas)? –¿Qué exportaciones subieron por la exigencia de Moreno de compensar uno por uno los pedidos de importación, como si aplicara una balanza comercial caso por caso? –¿Cuál es la proyección para las reservas del Banco Central en 2014 y 2015? –¿A qué atribuye el fracaso del blanqueo? ¿Habrá prórroga? –¿Cuáles son las proyecciones de déficit comercial energético para 2014 y 2015? –¿Por qué a 17 meses de la reestatización de YPF no se tasaron los activos y acciones confiscadas a Repsol y, en cambio, se busca un acuerdo extrajudicial? –¿A qué atribuye que la convocatoria oficial a explotar Vaca Muerta, más ciertas mejoras de condiciones, no haya atraído aún una ola de inversiones en hidrocarburos? –¿Cómo y en qué plazo se planea reducir el déficit estructural de Aerolíneas Argentinas? –¿Por qué no se incluyó la renovación total de los trenes de las líneas Sarmiento y Mitre en los acuerdos de financiación con China firmados hace tres años? –¿Por qué no se logró reactivar el ferrocarril Belgrano Cargas, vital para el transporte de las cosechas del norte Argentino, que sí figura en ese acuerdo? –¿Cuál es el plan para mejorar rutas y puertos, a fin de agilizar la salida de cosechas de granos superiores a las actuales? –¿Podrá la Argentina recuperar posiciones como exportador de trigo, carnes y lácteos, sin afectar el consumo interno? ¿Cómo? –¿Cuál es la estrategia para la deuda en default con el Club de París? –¿Por qué mientras el Gobierno promueve el desendeudamiento estatal, aumenta su deuda potencial con crecientes avales a obras de infraestructura con financiación externa atada a la provisión de equipos? –¿Qué mejoras viales produjo concentrar en el Estado la recaudación de peajes en rutas, para asignar obras y fondos a cada concesionario? –A cuatro años de su anuncio, ¿por qué no se concretó el ensanche de la avenida General Paz, pese a dos aumentos de peajes en la Panamericana para financiarlo? –¿Cómo evolucionó en los últimos años la relación habitantes en villas y asentamientos precarios/ construcción de viviendas sociales? –¿Y la relación habitantes/efectivos policiales en el conurbano bonaerense? –¿Por qué no se difunden estadísticas sobre cantidad y tipo de delitos según zonas? –¿Cómo se atiende la vigilancia de las fronteras terrestres luego del traslado de 5000 efectivos de Gendarmería al conurbano? –¿Cuál es la razón por la que no se designó un nuevo titular de la Sedronar (Secretaría de Prevención del Narcotráfico), tras la renuncia de Rafael Bielsa hace varios meses? –¿Por qué no se admite publicidad privada en Fútbol para Todos? –¿Por qué se privilegia la propaganda de obras del gobierno nacional sobre campañas de interés público (educación vial, drogas y adicciones, etc.)? –¿Cómo se previene que parte de los recursos que reciben los clubes no financien a mafias (barrabravas) y la violencia dentro y fuera de los estadios?
–¿Por qué el Gobierno atribuye invariablemente a teorías conspirativas toda denuncia concreta de corrupción oficial y no promueve investigaciones judiciales? –¿Por qué ahora hay menos y no más transparencia en las declaraciones patrimoniales de funcionarios, legisladores y jueces? –¿Por qué no hay diálogo y sí confrontación permanente con todos los políticos no oficialistas?
Aunque estas preguntas sin respuestas apuntan al presente y al incierto futuro inmediato, su número podría multiplicarse si se incluyeran deseables políticas de Estado a mediano y largo plazo. No estaría mal tampoco que muchos candidatos opositores, que se perfilan como presidenciables para 2015, comiencen a ensayar algunas propuestas concretas para resolver los problemas que heredarán; aunque especulen que, con un poco más de racionalidad y menos de mala praxis, tendrían un handicap importante para corregir errores y mejorar expectativas.ß