El Merval avanzó, a tono con el clima internacional
subas. Sólo en septiembre, el alza llega a 21%; la semana pasada, la Reserva Federal norteamericana decidió mantener los estímulos económicos y no recortar la compra de bonos
¿Encontró ya su techo el mercado este año? Fue una semana intensa en la que, contra los pronósticos de principios de mes, el mercado consolidó su tendencia al alza. Wall Street acumula sólo en septiembre ganancias de 5,5% en promedio; Europa, de hasta 10%, e incluso la Bolsa de Brasil recupera cerca de 9 por ciento. A nivel local, el Merval sube más de 21 por ciento. Detrás de tanta ganancia, son inevitables las recomendaciones de cautela en el corto plazo. Las correcciones podrían ser inclusive sanas, en mercados donde técnicamente hay señales fuertes de sobrecompra, y donde los mismos fundamentals dudan a la hora de justificar una continuidad en la intensidad del rally. Al menos, en el corto plazo. Nada de eso invalida la posición de fondo; por algo, las bajas son vistas como oportunidades de compra en muchos de los casos.
Ahora bien, el disparador de la semana en el plano externo, fue sin dudas la Reserva Federal (FED). Primero, la renuncia de Larry Summers a la carrera por la sucesión de Ben Bernanke, y segundo, la decisión de la FED de no comenzar con el recorte en la compra de bonos tal como, prácticamente, ya lo tenía descontado el mercado. En el plano local, y más allá del buen clima de Wall Street, se sumaron ciertas expectativas políticas que siguen jugando a favor de las cotizaciones y el comportamiento del dólar. Esto llevó a que la suba se consolidara y acelerara. La ganancia acumulada, desde los mínimos de julio, supera el 63% en el índice líder.
El Merval alcanzó máximos en la zona de 4800 puntos, y en dólares (medido con el valor del marginal) arriba de los 500 puntos, niveles que aún se encuentran por debajo de la zona de 550-600 puntos en la que operó el primer trimestre de 2012. De hecho, y en un marco en donde las cotizaciones en pesos pueden llegar a dar cierto vértigo, no esta mal destacar que los ADR de varias acciones locales líderes –como las del Grupo Financiero Galicia, Telecom y Banco Macro, entre otras– aún están bastante por debajo de los máximos del 2011.
La misma tendencia positiva se observó en el mercado de bonos –en especial, en los títulos de la parte más larga de la curva en dólares–. Los cupones del PBI, en tanto, siguieron con una justificación de su ganancia en las proyecciones de crecimiento económico que, no obstante, no está libre de polémica.
Detrás de todo esto, igualmente, hay nuevamente una razón: las reservas –y atado a ello, el dólar–. La presión alcista sobre el billete es uno de los drivers que motoriza la cobertura a través de estos activos. El dólar convertibilidad, que sirve como referencia por su alta correlación con el contado con liquidación, se ubica hoy en niveles de $ 9,20. La proyección de reservas es de US$ 34.000 millones a diciembre, y la estacionalidad de la base monetaria de 2012 en esta última parte del año, podría ascender a niveles de $ 11,10 a 11,20 a fines de 2013.
En esta coyuntura, hay algunas excusas para una toma de ganancias de corto plazo. En lo externo, el piso de incertidumbre se deberá elevar al ritmo de la discusión sobre la necesidad de elevar el límite de endeudamiento. También, el comienzo o no del tapering (demorarlo, sin señales claras, puede llevar al mercado a dudar de la recuperación económica), e incluso una nueva temporada de resultados corporativos que se contrapondrá justamente al crecimiento.
En lo local, lo político volverá a jugar un rol relevante a medida que se avanza hacia una nueva campaña electoral. Atado a ello, claro está, se habla de un modelo que podría cambiar o profundizarse. Y en esta misma línea, pero un paso atrás, se habla de política monetaria, grado de intervención en el sector privado, controles y, lógicamente, crecimiento.