Quechua fue un ganador firme en piso blando
venció en el ensayo. Lo escoltó Outlaw Baby y completó el 1-2 de Santa María de Araras en la carrera que lleva al Jockey Club
La pista ya estaba jabonosa cuando salieron los potrillos del clásico Ensayo (G 2-1800 m), por más que no haya habido anuncio de cambio en su estado, “normal” de movida. Un aporte más a la incertidumbre original, nacida de los escasos antecedentes de los seis potrillos.
Pero, como anteayer en el Martínez, hubo un ganador firme, mucho más que el terreno, Quechua. La chaquetilla de Los de Areco se está viendo seguido en el círculo de ganadores y Altair Domingos también. El jockey brasileño trajo cuarto al hijo de Pure Prize, mientras Folk Start y Able Lincoln compartían la punta.
Uno insinuó que quedó algo encerrado Quechua en el codo. Pero Altair, que lo montó por primera vez, minimizó el detalle: “No, vino siempre bien”, y a la pregunta sobre si lo había sorprendido la actuación, contestó: “El cuidador le tenía mucha fe”.
Hablando del cuidador… Agustín Pavlovsky no estuvo en el hipódromo. “Está de luna de miel”, informó su padre, Ignacio, que sí fue a San Isidro y recibió el premio al criador, el haras Santa María de Araras, que dirige. “Es la primera cría de Queen Cabaret, una yegua brasileña, ganadora”, cuenta Nacho, saliendo de la noticia familiar.
En la recta, Quechua siempre corrió un paso delante de Outlaw Baby, tras arrancar juntos. “A él le corrí”, confesó Domingos, con una sonrisa. Y Falero, que montó al vigi
lado, opinó: “Hubiera andado mejor en cancha seca”. De paso, aclaró que fue Sunday Punch el que se boleó en la gatera –fue retirado– y no el suyo. La televisión no ofreció un ángulo que despejara dudas.
La ventaja de Quechua fue creciendo hasta hacerse de un largo y medio, en el disco. Tercero, Folk Start y cuarto Able Lincoln, los punteros. Juan Noriega corrió al primero y no se quejó de que el otro lo peleara. Será que vio que Quechua era imbatible.