Mi imperdible entrevista con Máximo
Qué emoción y orgullo sentí cuando supe que iba a entrevistar a Máximo Kirchner. No lo podía creer. Hasta ahora él sólo había hablado con Sandra Russo, biógrafa de la Presidenta y alguien que, como yo, dejó el periodismo para dedicarse a la militancia (lo bien que hizo: le va mucho mejor ahora, y no sólo económicamente).
Como Sandra, me propuse hacerle las cosas fáciles, tirándole centros más que preguntas. Sabemos: es un chico despierto, astuto, pícaro, pero sin una excesiva preparación. Cuentan que un día abrió un libro y fue presa de convulsiones, trauma que logró superar después de años de terapia. Los que no lo quieren dicen que no se le conoce ocupación. No es verdad. Se encarga de llevar la contabilidad de la familia, por lo cual cada vez tiene más laburo.
Les decía que fui con la intención de no plantearle nada de cierta complejidad, porque esa astucia que se le conoce –“Es el más vivo de todos”, dice un médico amigo de la familia–no tiene correlato en su expresión oral, terreno en el que muestra limitaciones evidentes (parece mentira que tenga ese problema: en su tierna infancia, su madre no lo dormía leyéndole cuentos, sino con discursos por cadena). Él, para no hacer papelones, me obligó a adelantarle los temas sobre los que íbamos a hablar. Me encantó descubrir que es igual a sus padres: no hay que dar entrevistas, y si las das, que sean guionadas.
En fin, no demoro más. Sé que el lector estará ansioso de conocer el pensamiento íntimo de una figura cumbre de la política argentina, un pensador vanguardista que si bien no es el creador de La Cámpora, como tanto se ha dicho, está detrás de decisiones que día a día cambian la vida de millones de personas. Por cierto, le agradezco a Máximo esta oportunidad y que me haya puesto el avión presidencial para llevarme a Santa Cruz, como hace con sus amigos.
–¿ Vas a ser candidato a intendente de Río Gallegos?
–Estamos viendo. Justamente estas entrevistas son para ir largándome. Me dicen que encerrado en casa y jugando a la Play no voy a lograr instalar mi candidatura. Que tengo que salir al ruedo. Pero no sé dónde queda el ruedo. –¿Cómo venís en las encuestas? –Mejor que mamá. –¿Está preocupado por la sucesión de linchamientos?
–Te corrijo: hay una sensación de linchamientos. –Pero algunos casos están filmados. –Sí, hubo un caso en Rosario. Ahí gobierna el socialismo, no me preocupa.
–¿Qué les decís a los que hablan de tarifazo?
–Que el agua subió apenas 300% y el gas, 400%. No me quiero poner de ejemplo, pero yo le dije a mi mujer que es hora de ajustar- nos a la nueva realidad que nos toca vivir. –¿Van a consumir menos? –No, vamos a abrir otro hotel. Todavía no lo construimos y Lázaro ya nos alquiló todas las habitaciones.
–¿Estás de acuerdo con las medidas de ortodoxia económica que está tomando el Gobierno?
–Y dale con la ortodoxia: simplemente arreglamos con el Fondo, ajustamos las tarifas, subimos las tasas, reconocimos la inflación, bajamos los sueldos en términos reales, frenamos el consumo…
–Bueno, precisamente a eso se llama ortodoxia. –¿En serio? Entonces Axel me mintió. –¿Te preocupan las críticas que salieron en The New York Times, The Economist, The Wall Street Journal…? –Sorry, no hablo inglés. –Un reciente trabajo reveló que el 75% de los argentinos gana menos de 6500 pesos. ¿Qué te parece? –Por suerte, yo estoy en el 25% restante. –A propósito, a Sandra Russo le dijiste que tu situación económica es acomodada. ¿Qué significa, concretamente?
–Que ya hemos encontrado dónde acomodar nuestra plata.
–También le dijiste que los políticos no
“Me dicen que si me quedo en casa todo el día no voy a lograr instalar mi candidatura”
van a los barrios pobres, no conocen esa realidad. ¿Vos vas? –Yo no soy político. –¿Qué sentiste al enterarte de que en Suiza a Lázaro Báez le congelaron las cuentas? –Me quedé frío. –¿Qué me decís de las naftas, que subieron 20% desde enero y 60% en un año?
–Siempre dije que, manejada por nosotros, YPF se iba para arriba.
–Según una de las últimas encuestas, tu madre tiene un apoyo de 25%. ¿Te preocupa?
–No, todo lo contrario. Papá asumió con 22%; la tendencia es buena.
–El miércoles tu madre fue durísima con los ingleses, y el jueves el Papa recibió a la reina Isabel. ¿Qué lectura hacés?
–El Papa le pone garra, todo bien, pero está verde. Le falta mucho.
–Lo último, y espero que no tomes a mal que me meta en un tema personal. Con gran maldad e intencionalidad política, la prensa y la oposición te acusan de no haber estudiado nada, de no trabajar, de estar todo el día metido en tu casa. ¿Qué les respondés?
–Que tienen razón.ß