LA NACION

El PJ convocó a una cumbre para delinear un plan de acción

El jueves se reunirá el Consejo; se espera la asistencia de los presidenci­ables

- Jesica Bossi LA NACION

En un desayuno informal, entre mates y alfajores de maicena, la mesa chica del PJ terminó de definir ayer los próximos pasos: retomó la idea de movilizar el partido, fijó como prioridad consensuar un plan de trabajo y, en un lavado de cara en todos los frentes, impulsa la remodelaci­ón del viejo edificio de Matheu 130, casa central del peronismo.

Después de la renovación de autoridade­s en mayo, el sello había entrado en una especie de paréntesis forzado por los sobresalto­s en la gestión nacional, que registró su pico máximo con el revés judicial en la pelea con los fondos buitre. Ahora, la intención es salir otra vez al ruedo, hacer desfilar al semillero de candidatos propios camino a la sucesión presidenci­al y, claro, respaldar a la Casa Rosada, sobre todo en la estrategia de negociació­n con los holdouts.

Ayer, luego de un encuentro con parte de la cúpula, el presidente del PJ, Eduardo Fellner, oficializó la convocator­ia a una cumbre el próximo jueves. Será la primera reunión de la nueva composició­n del Consejo Nacional, órgano ejecutivo. Allí el jujeño deberá domar el debate de un megacuerpo ampliado de 75 a 178 miembros, que creció producto de una estrategia de contención de las diversas líneas internas.

El encuentro, para el que ya empezaron a cursar invitacion­es, aglutinará a la plana mayor del Gobierno –entre otros, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, vicepresid­ente primero del PJ, y Carlos Zannini, apoderado–, a la liga de gobernador­es, al sindicalis­mo y a La Cámpora.

También habrá silla para los siete presidenci­ables, bendecidos en el reparto de cargos con vicepresid­encias honorífica­s. En la lista están los postulante­s más activos, como los gobernador­es Daniel Scioli y Sergio Urribarri, y los ministros Florencio Randazzo y Agustín Rossi. Y, con proyecto más solapado, el resto: el presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez; el senador Aníbal Fernández, y el salteño Juan Manuel Urtubey.

Ayer, en la charla que encabezó Fellner, se diseñaron los ejes del temario. Pidieron a cada secretaría elevar propuestas y se acordó recorrer el interior, con un esquema rotativo de dirigentes, según dijeron fuentes partidaria­s a la nacion.

Con el propósito de “darle vida”, también está en carpeta refacciona­r la sede e instalar ahí al equipo del instituto de formación Gestar. Una leyenda, afuera, repetirá el lema del último congreso de Parque Norte: “Unidos somos el futuro de un gran país”.

Tendrá su oficina en Matheu, además, José Ottavis, secretario general del PJ y representa­nte de la juventud K. La influencia de La Cámpora, beneficiad­a en la distribuci­ón de puestos en el organigram­a, es visible. Ayer, él y Eduardo “Wado” De Pedro, en papel de vicepresid­ente, guiaron la conversaci­ón, codo a codo con Fellner.

Antes de la reunión del Consejo, habrá una antesala peronista. El PJ bonaerense llamó el martes a un homenaje a la simbólica quinta de San Vicente, donde está el mausoleo de Juan Perón, en el día en que se cumplen 40 años de su muerte. La conmemorac­ión se hizo extensiva a otros referentes, más allá de la frontera provincial.

Y, casi en maratón, preparan para el viernes una cita en Rosario, coordinada por Gestar. El think tank organiza una jornada de políticas públicas y, en una jugada táctica, lleva a disertar a tres funcionari­os que se exhiben en la vidriera electoral: Diego Bossio, titular de la Anses y director del instituto de formación; Sergio Berni, secretario de Seguridad, y Randazzo. La jugada, de fondo, pretende operar sobre el disperso territorio santafecin­o, donde el PJ está fragmentad­o y no responde a ningún liderazgo central.ß

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