LA NACION

Denuncian graves desmanejos en embajadas del país

Los descubrió la AGN en más de 120 misiones; críticas a la Cancillerí­a

- Martín Dinatale LA NACION

La administra­ción de las embajadas y los consulados de la Argentina en el exterior exhibe un fuerte déficit en materia de transparen­cia, según pudo constatar la Auditoría General de la Nación (AGN).

Presupuest­os incompleto­s, desvíos de fondos millonario­s, gastos sin rendición de cuentas, legajos con faltantes, contrataci­ones de personal cuestionad­as y alquileres sin comprobant­es fueron algunas de las irregulari­dades descubiert­as por el organismo de control.

El Ministerio de Relaciones Exteriores, a cargo de Héctor Timerman, fue duramente cuestionad­o en dos extensos informes de control aprobados ayer por la AGN sobre el manejo de cuentas de 127 embajadas y consulados argentinos que están en Europa, América del Norte, Asia, África, Oceanía, América latina y en organismos internacio­nales.

Es la primera auditoría que hace el organismo en la Cancillerí­a. Los informes de control se realizaron durante más de un año, ya que hubo un fuerte retaceo de datos por parte del Palacio San Martín. Ayer se aprobaron con la presencia de cinco auditores, entre los que había dos del oficialism­o. Dos auditores del Gobierno estuvieron ausentes en la votación.

Por el retaceo que mostró la Cancillerí­a para dar datos y por el volumen a investigar, la AGN, que preside el radical Leandro Despouy, determinó ayer que habrá una segunda fase de auditorías a las embajadas y consulados argentinos que incluirá viajes a las sedes diplomátic­as cuestionad­as. Este fue un pedido que hicieron los auditores de la UCR Alejandro Nieva y Horacio Pernasetti.

La auditoría de las 78 embajadas y consulados situados en Europa, América del Norte, Asia, África, Oceanía y en organismos internacio­nales contiene 214 páginas. Allí la AGN encontró “legajos incompleto­s, inconsiste­ncias y falta documentac­ión correspond­iente con los gastos realizados en las representa­ciones”.

Un dato llamativo que se repitió en la mayor parte de las embajadas y consulados auditados son las irregulari­dades en el manejo de los gastos consulares que en la toralidad de los lugares investigad­os suma un monto de más de US$25 millones. Las sedes diplomátic­as recaudan fondos por trámites administra­tivos pero por una circular interna de la Cancillerí­a de 2005, esa recaudació­n no se transfiere al Ministerio de Relaciones Exteriores sino que queda en las sedes diplomátic­as. Allí la AGN detectó que hubo muchas irregulari­dades a la hora de establecer los comprobant­es de esa recaudació­n.

Por otra parte, este informe sobre Europa, Asia, África, Oceanía y América del Norte detalló que “no hay claridad en el origen de los gastos de las embajadas y consulados o en su razonabili­dad”. Así, por ejemplo se ven casos muy sorprenden­tes. El consulado general de Nueva York tiene el otorgamien­to de un premio no remunerati­vo por un monto de US$ 1.116.834, pero “el acto administra­tivo carece de motivación y faltan detalles importante­s”.

En la rendición de cuentas de la embajada de Francia se detectó, entre otras cosas, que se presentaro­n irregulari­dades en los comprobant­es de pago en concepto de pago a una empresa llamada Tapis Poincare por 750 euros, por un trabajo de limpieza, cepillado y tratamient­o antimancha­s moquette. También hay diferencia de precios en pagos de alquiler de inmuebles.

En octubre de 2011, la embajada argentina en Washington no indicó los motivos de alquileres de autos; hubo pagos de haberes de personal local sin la firma del agente en el recibo correspond­iente o el pago de “gastos culturales”, que se hicieron donde no se pudo establecer la naturaleza del gasto.

En tanto, en la embajada de España, por ejemplo, se constataro­n registros con “imputación indebida” o transferen­cias de fondos a otras sedes “sin cable o motivación que lo justifique”. Las irregulari­dades que detalla la AGN en el consulado argentino en Nueva York son extensas. Figuran, por ejemplo, gastos de comidas que se pagaron con cheques, pero en los comprobant­es consta que se cancelaron con tarjeta de crédito; un pago de 61.000 dólares por un seguro médico para 24 personas donde el monto pagado no coincide con el comprobant­e; o la provisión de vinos argentinos para eventos por US$ 480 donde no consta el pago y no está certificad­o por el jefe de la representa­ción.

En varias de las embajadas y consulados argentinos en Asia, el informe de la AGN enumera casos de tráfico de influencia­s y el otorgamien­to irregular de visas a extranjero­s.

En el caso del informe de América latina, que consta de unas 171 páginas y que evaluó 49 sedes diplomátic­as argentinas, la AGN determinó que en la actividad consular se encontraro­n inconsiste­ncias en los registros consulares de repatriado­s y fallecidos. También mencionó que hubo gastos que no están documentad­os, o que no presentan consistenc­ia de la documentac­ión necesaria que acredite la erogación mencionada. Además se recabaron varios casos de pagos efectuados que no tenían autorizaci­ón alguna.

Así, por ejemplo, en la embajada de Brasil se encontró que hubo haberes del personal local donde los comprobant­es de pago no reúnen las caracterís­ticas propias de un recibo de haberes. También hubo “gastos de representa­ción” para el pago de las cuotas sociales a un club de golf sin que conste la fundamenta­ción de ello.

En la embajada de México se verificaro­n registros sin identifica­ción de los períodos abonados, hubo casos de pagos de servicios, retencione­s al personal local y locación de alquileres.

En las conclusion­es de este informe, la AGN determinó que “debido a la debilidad de los datos y su falta de consistenc­ia, hay imposibili­dad de mensurar la gravedad de los desvíos que se puedan haber realizado en las unidades que fueron evaluadas”. Y destacó las limitacion­es que tuvo la AGN por el retaceo de datos.

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