Sin acuerdo para suceder a Ashton y Van Rompuy
PARÍS (De nuestra corresponsal).– Sin sorpresa, la cumbre europea que debía escoger anoche al nuevo jefe de la diplomacia y al futuro presidente del Consejo del bloque se transformó en un rompecabezas donde cada país intenta imponer su propio candidato. Para decidir, muy probablemente habrá que recurrir a una segunda vuelta.
Dos puestos están vacantes: el de jefe de la diplomacia del bloque, en reemplazo de la británica Catherine Ashton, y el de presidente del Consejo Europeo, en reemplazo del belga Herman Van Rompuy, que recibió el encargo de proponer “un paquete” que incluya la presidencia permanente del Eurogrupo, un puesto que debe recaer en el ministro de Economía español, Luis de Guindos.
Pero en la negociación, los Estados ponen también en la balanza la cartera que quieren obtener en la Comisión, cuyo futuro presidente, el luxemburgués Jean- Claude Juncker, fue ratificado anteayer por el Parlamento Europeo.
En plena crisis en Ucrania y en Medio Oriente, el nombramiento del responsable de la diplomacia europea es urgente. Italia, que solicita el puesto para su joven canciller, Federica Mogherini, encuentra una fuerte resistencia en los países bálticos y Polonia. La otra candidata es la búlgara Kristalina Georgieva, actual Comisaria para la Ayuda Humanitaria y allegada a la derecha del Partido Popular Europeo (PPE).
La izquierda reivindica los dos puestos vacantes. El grupo socialista del Parlamento apoya a Mogherini y a la primera ministra danesa, Helle Thorning-Schmidt, para la presidencia del Consejo. Pero la derecha no está dispuesta a dejar escapar ese puesto clave, y candidatos no faltan: desde los primeros ministros holandés, Mark Rutte; polaco, Donald Tusk, e irlandés, Enda Kenny, hasta los ex jefes de gobierno letón, Valdis Dombrovskis, y estonio, Andrus Ansip.
En caso de que hoy haya otro bloqueo, una nueva cumbre del Consejo Europeo se realizará a fines de agosto, antes de finalizar el mandato de Van Rompuy.