La CGT de Caló pidió una reunión con la Presidenta
En un clima de preocupación, los sindicatos oficialistas exigen cambios en el impuesto a las ganancias
Impaciente y molesta por la falta de señales de la Casa Rosada, y con una vehemencia poco habitual, la CGT oficialista reclamó ayer la actualización del mínimo no imponible del impuesto a las ganancias, que impactó de lleno en los aumentos de sueldo acordados en paritarias en la primera mitad del año. La central obrera pidió reunirse con Cristina Kirchner en los próximos días, a la espera de una respuesta.
El ajuste de Ganancias fue el eje central de la reunión que ayer mantuvo el consejo directivo de la CGT que lidera el metalúrgico Antonio Caló, en la sede del sindicato de taxistas. Duró poco más de tres horas y terminó con un comunicado.
“Somos prudentes. Somos pacientes. Pero cuando tengamos que reclamar, vamos a hacerlo con la fuerza del movimiento obrero”, dijo Caló a la salida del encuentro. Volvió a hacer equilibrio entre la presión de buena parte de sus pares para mostrarse más firme en los reclamos y la decisión de mantener la buena sintonía con la Casa Rosada.
Según pudo reconstruir la nacion, la temperatura de la reunión fue subiendo con el paso de los minutos. Abrió Caló y, luego, los jefes gremiales presentes expusieron la situación de sus sindicatos. La preocupación por Ganancias surgió enseguida y acaparó la discusión. “Se dio todo y no estamos recibiendo nada”, sintetizó uno de los presentes para graficar la falta de “beneficios” por haber sostenido el alineamiento con el Gobierno en los últimos dos años.
Se evaluó la posibilidad de llevar el reclamo a los diputados del Frente para la Victoria para que el tema de Ganancias se resuelva “de raíz” con la modificación de las escalas del impuesto por ley, y no sólo con el ajuste del mínimo no imponible.
Finalmente se decidió pedir una reunión “urgente” con Cristina Kirchner y esperar señales “en los próximos días”, ya sin la paciencia de los últimos meses. La cúpula de la CGT volverá a reunirse la semana que viene para evaluar la reacción del Gobierno y decidir los próximos pasos. “Esto lo tiene que resolver el Gobierno”, enfatizó Caló, cuando le preguntaron por la vía legislativa.
También se discutió la situación económica, a partir del impacto en la industria. La preocupación gremial por los despidos y las suspensiones quedó reflejada en el comunicado de cuatro párrafos. “Se analizó con preocupación la situación de la indus- tria automotriz, que está sufriendo suspensiones causadas por la baja del consumo interno y la caída del mercado brasileño. Las dificultades se sufren también en las industrias metalúrgica y textil”, dice el texto.
Respecto de Ganancias, la CGT planteó que espera que el Gobierno “por lo menos” disponga no aplicar el impuesto al medio aguinaldo. En la práctica, devolver los descuentos que ya se hayan hecho efectivos.
“Tenemos confianza en que habrá novedades. Es abollar el coche antes de comprarlo. Vamos a ver si nos dan la audiencia, si hay novedades y después veremos qué hacemos”, se cuidó Caló, cuando le pre
la nacion guntó por la posibilidad de avanzar con una protesta en la calle si no hay avances concretos del Gobierno.
Pese a la cautela del metalúrgico, otros gremialistas no ocultaban ayer la mezcla de hartazgo, enojo e impotencia con la que esperan la mejora impositiva. “El tema es insostenible. Hay compañeros que directamente se quedaron sin aguinaldo [por los descuentos por Ganancias]. La presión es insoportable”, dijo uno de los gremialistas que estuvieron en la reunión. “Está claro que el tema es político. La recaudación es récord. Plata no les falta”, aportó otro.
Ayer quedó en evidencia que la preocupación por Ganancias atraviesa a todo el universo sindical. La CGT la plasmó en un comunicado y Hugo Yasky, jefe de la CTA oficialista, anunció que el lunes marchará al Congreso para reclamar la modificación del impuesto a las ganancias, una reforma tributaria y la universalización de las asignaciones familiares. La movilización formará parte de una jornada nacional de lucha que tendrá réplicas en todo el país.
Si estaba claro que la agenda de reclamos era común a todas las centrales obreras, ayer se vio que el malestar por la falta de respuesta del Gobierno comienza a molestar, también, a los que juran acompañar al modelo.ß