Autorizan un cambio de apellido
Un hombre hizo el pedido por haber sido abandonado de chico
Una jueza civil porteña autorizó a un hombre a que se quite el apellido paterno porque su padre lo abandonó cuando tenía 12 años.
El fallo fue firmado por la jueza María Bacigalupo, quien hizo lugar al reclamo del hombre, hoy de 34 años, pero sin contacto con su padre desde 1991. La jueza determinó que “la inmutabilidad del nombre es la regla, podría decirse insoslayable” que “no puede cambiarse sino en situaciones verdaderamente excepcionales”, entendidas como “justos motivos” para pretender la modificación de la forma en que una persona es conocida en el medio en el que se desenvuelve. En el caso, el joven “tenía ambos apellidos, el paterno y el materno, pero recurrió a la Justicia para conservar sólo el de su madre: “El profundo rechazo hacia su progenitor ha llevado al accionante a soslayar, en la medida de lo posible, la utilización de su apellido paterno”.
La jueza resolvió “admitir como justos los motivos que ha esgrimido el causante para lograr la supresión de su apellido paterno”, y subrayó que “concomitantemente con la identidad, el nombre reviste, además de un carácter biológico, uno dinámico, que hace al equilibrio psicosocial de la persona”. En su resolución, la jueza expresó que “el nombre reviste, además de un carácter biológico, uno dinámico, que hace al equilibrio psicosocial de la persona”.
Otro caso similar salió a la luz esta semana. En Mendoza, un niño de nueve años pidió que, si le cambian el apellido, le pongan Messi. La batalla legal la está dando su madre, quien quiere quitarle al niño el apellido de su padre, que lo conoció recién cinco años después de su nacimiento y hace más de un año que no tiene contacto con él.
Hace tres años, el Tribunal Colegiado de Familia N° 5 de Santa Fe autorizó, por pedido de la madre, a un chico de 10 años a usar su apellido materno y eliminar el de su padre por la conducta abandónica del hombre, quien nunca le prestó asistencia, no cumplió con la cuota alimentaria y además tenía antecedentes violentos. En un proceso que se extendió un tiempo, el tribunal valoró varios factores para llegar a esa decisión.
En esa oportunidad, el abandono fue el hecho que más pesó entre los magistrados para determinar la autorización del cambio de apellido.