Desilusión

El lunes vi todo el día los noticieros que informaban de los desastres ocurridos en el Obelisco el domingo por la noche. No pocos le echan la culpa a 100 personas a las que les falta educación, y que hacen quedar mal a todo un país por sus acciones. Yo estuve en el Obelisco con mis amigas, festejando y agradeciendo la actuación de la selección, y me encontré con muchísima gente que no es parte de “estas 100 personas sin educación”, sino gente que yo conozco, que tuvo una educación digna y que no tuvo mejor idea que subirse y saltar en los techos de los refugios del Metrobus para festejar. Y que subieron esas fotos en las redes sociales con leyendas como “más argentinas que nunca”, “fiesta en el Metrobus”, “haciendo Buenos Aires”. Esta gente es la primera en quejarse del estado del país y la primera en echarle la culpa de todo al Gobierno, promoviendo marchas en su contra. ¿Cómo pretenden que las cosas cambien si no empiezan ellos mismos a hacer las cosas bien, a cuidar lo que es nuestro? Se supone que nosotros, que somos los que hemos tenido el privilegio de recibir educación, deberíamos ser el ejemplo para la gente que no la tuvo. Pero todo lo contrario, lo que hacemos es fomentar este descontrol.

Llegamos con mis amigas al Obelisco con ánimo de festejo y nos terminamos llevando una desilusión mucho más grande. Desilusión, tristeza y, una vez más, la sensación de que tenemos el país que nos merecemos.

Josefina Moyano Ojea

DNI 38.010.323