andy serkis, estrella de la actuación tras la máscara
El actor “inventó” la actuación a través de la captura de movimientos: aquí entrega otro personaje memorable con su César
Olvídense de Bruce Willis, de Sylvester Stallone, Mel Gibson o Arnold Schwarzenegger. El último gran héroe es Andy Serkis. Aunque su cara nunca aparezca como tal en pantalla, es él –sus expresiones corporales y faciales– el que da vida al poderoso César, protagonista indiscutido de El planeta de los simios: Confrontación, que se estrena hoy. Un triunfo de los efectos especiales y del talento de Serkis, cuya carrera cambió definitivamente cuando Peter Jackson lo eligió para interpretar a Gollum en la trilogía de El señor de los anillos. Y entonces el actor teatral nacido en Londres, pero criado en Bagdad, se convirtió en estrella de cine y pieza fundamental de una de las series cinematográficas más premiadas y taquilleras de la historia del cine, aunque nadie lo reconocería hoy si saliera a la calle a comprar pan.
En Serkis encontraron a su mejor socio los magos de la tecnología conducidos por Jackson, que desarrollaron un sistema de sensores capaz de captar la interpretación de un actor para luego traducirla en información digital que permite crear el personaje de fantasía. Tanto que el actor se transformó en un experto en el tema y el más requerido a la hora de crear este tipo de personajes, demanda que hasta obligó a Hollywood a pensar en la posibilidad de crear una categoría en los premios Oscar para reconocer sus esfuerzos.
“No hay dudas de que Andy Serkis entrega la más expresiva, emocionante y profunda interpretación de un personaje no humano que se haya visto nunca en la pantalla grande”, decía el crítico Todd McCarthy, de la revista especializada The Hollywood Reporter, cuando se estrenó el film dirigido por Matt Reeves ( Déjame entrar). Reeves admitió que su motivo principal para aceptar realizar la película fue trabajar con el actor, que antes de César ya había interpretado a otro primate inolvidable: el King Kong de la versión de Peter Jackson.
“Ver la actuación de Andy en El planeta de los simios (R)evolución me hizo interesarme por este proyecto y me convenció de que esta nueva película tenía que ser construida a su alrededor. En la primera me había enamorado de la historia de César y de la conexión emocional que se creaba con ese personaje”, explicó Reeves para justificar su decisión de realizar una película con varios desafíos complejos. En principio, ya no sólo debía convencer al público de que el héroe del relato es un chimpancé igual o más inteligente que los pocos humanos que quedan en una Tierra casi arrasada por un virus, sino que además tenía que rodearlo de otros personajes de su misma especie que generaran similar empatía. Y hacerlo no ya en los confines de un estudio de filmación, sino en los escenarios naturales elegidos para contar la historia.
Es que gracias al avance de la captura digital de las actuaciones, el elenco de intérpretes/simios salió al mundo vestido con sus trajes de sensores. Serkis y los suyos –como el actor británico Toby Kebbell, que tuvo a cargo al temible Koba– pudieron interactuar con los personajes humanos y el resultado es tan impresionante en sus pasajes de acción como emocionante en las secuencias dramáticas.
De hecho, tan contento quedó el director con el trabajo de Serkis que cada vez que hablaba con su mejor amigo no paraba de elogiarlo. Sería una anécdota insignificante si no fuera porque el mejor amigo de Reeves desde sus tiempos de estudiante es J.J. Abrams. Y entonces, el director de la próxima Star Wars Episodio VII tomó nota de la recomendación de su amigo y, cuando fue tiempo de empezar a armar el elenco para el comienzo de una nueva trilogía galáctica, inmediatamente convocó al actor para que se hiciera cargo de un personaje que, como todo lo relacionado con el relanzamiento de la historia creada por George Lucas, se mantiene en absoluto secreto.
Lo mismo sucede con el personaje que Serkis interpretará en Los Vengadores: la era de Ultrón. Fue convocado por Joss Whedon para que funcionara como una especie de asesor de Mark Ruffalo en sus escenas como Hulk, pero terminó interpretando un papel distinto en la película repleta de superhéroes. Y ni siquiera se sabe si el suyo será un personaje realizado por captura digital o uno tradicional.
“Para mí es lo mismo. Nunca marco la diferencia cuando estoy interpretando un papel. Para mí, actuar es actuar. Básicamente, la única diferencia es el vestuario que usas cuando estás en el estudio”, dijo Serkis a Variety, donde Ruffalo comentaba que su colega lo había ayudado a entender mejor cómo usar la tecnología para capturar al gigante e iracundo Hulk.
Claro que, antes de que alguna versión de Serkis aparezca en una galaxia muy muy lejana o que otra de sus creaciones se codee con Iron Man, Thor, Hulk y el Capitán América, el actor tendrá que despedirse de la Tierra Media.
En diciembre se estrenará la tercera y última parte de El hobbit y entonces, después de catorce años, Serkis le dirá adiós al universo de J.R.R. Tolkien recreado en la pantalla grande por Peter Jackson. Esa Tierra Media que lo convirtió en experto en una tecnología con la que ni siquiera era capaz de soñar en sus tiempos como integrante de una compañía de teatro itinerante.
La misma que le permitió debutar como director de segunda unidad para Jackson y empezar a hacer su propio camino como realizador en las próximas adaptaciones de El libro de la selva y Rebelión en la granja, y sobre todo un lugar que lo convirtió en César, el último gran héroe de la pantalla grande.ß