Efectiva y simpática, pero no mucho más
aviones 2: equipo de rescate (planes: fire and rescue, es
tados unidos/2014). buena. dirección: Roberts Gannaway. guion: Jeffrey M. Howard. edición: Dan Molina. música: Mark Mancina. voces de la
versión en inglés): Dane Cook, Ed Harris, Julie Bowen, Curtis Armstrong, John Michael Higgins, Hal Holbrook, Wes Studi, Brad Garrett, Teri Hatcher, Stacy Keach, Cedric the Entertainer. distribuidora: Buena Vista. duración: 83 minutos. calificación: apta para todo público.
Una secuela de una película que podía considerarse un derivado de Cars (así se promocionaba). Y las dos Cars, por más fanatismo y venta de juguetes que hayan generado, nunca han estado están entre lo mejor de Pixar ( Avio
nes no es de Pixar, pero tiene producción de John Lasseter). En fin, que las expectativas ante un producto como Aviones 2: Equipo de rescate no son las mismas que ante cada nueva película de Pixar o de las más grandes de Disney.
Además algunos tenemos que hacer el esfuerzo creer –como espectadores– en esos aviones, coches y máquinas diversas que son los personajes de estos universos: no hay “personas” aquí; hay vida en las máquinas, en los aviones y en los autos que hablan, tienen ojos (incluso anteojos), se enamoran, aprenden, etcétera.
Dusty, el avión protagonista de la primera película, tiene ahora un problema mecánico, y además existe necesidad de tener un “bombero” más en la pista, así que el héroe irá a aprender a ser avión hidrante a otro lado, a un lugar turístico en verano, en la temporada en la que hay muchos incendios forestales. Por supuesto, aparecerán nuevos personajes (la avioncita enamorada, el helicóptero severo e íntegro, otro que filosofa extrañamente, otros pequeños y graciosos, etc). Así, claro, habrá nuevos juguetes para vender.
Aviones 2: Equipo de rescate es, más que una película, un buen estándar industrial: personajes simpáticos, chistes efectivos y abundantes, espectacularidad de la animación, musicalización fuerte, valores de amistad y solidaridad, movimiento, brevedad cuando tiene que haberla, decisiones de producción antes que de dirección.
Con esos elementos, de todos modos, se demuestra que puede hacerse una película que está a buena distancia de animaciones bochincheras y descalabradas como Río 2. A veces no se necesita una gran personalidad artística sino apenas un poco de decoro para vender una franquicia –o una subfranquicia–con módicas dosis de amabilidad, humor y aventura, y lindos colores. Y con una potente secuencia musicalizada con “Thunderstruck”, de AC/DC, canción cuyos derechos no deben haber sido baratos.ß