Liliana Porter. “El diccionario es conmovedor”
En un día reflexivo en su taller neoyorquino, Liliana Porter consigue por fin un momento para entrevistarse a ella misma y autofotografiarse. La artista argentina cuestiona la realidad y festeja las dudas, muy segura.
—Contame quién sos. —Soy alguien que todo el tiempo vive y piensa en el arte.
—¿Qué quiere decir eso? —Que veo la realidad a través de un lente que interroga y sospecha de las certezas.
—¿Por ejemplo? —Por ejemplo, el diccionario. El diccionario es un libro supuestamente objetivo. También, en cierto modo, el diccionario es conmovedor, porque es humilde y pretencioso al mismo tiempo.
—¿Por qué? —Porque cree tener una verdad absoluta para definir la realidad, pero hay que ser muy inocente para creer que entendemos algo y lo podemos definir. —¿Y cuál es tu punto de vista, entonces? —Parto de la premisa de que no es posible entender lo esencial de las cosas, por lo tanto la certeza del diccionario, que carece de la duda, tiene un lado tranquilizador que re- sulta al fin entre amable y poético. —¿Entonces vos no tenés certezas? —Sí, la de saber que esa definición perfecta y definitiva existe, pero que aún no descubrimos ni cuál es ni dónde está… Eso justamente es lo que me mueve. —Pienso entonces que debés de haber estado muy contenta haciendo una obra de teatro donde lo que más tendrías son dudas, ¿no? —Muy contenta. ¡Más que contenta! Aunque lo sustancial me era conocido y estaba muy claro para mí, lo nuevo era el contexto y los mecanismos. Ir aprendiendo eso me hizo muy feliz y, además, me trajo la figura de mi padre y hasta mi propia infancia cuando él hacía cine y teatro. De alguna forma, esa conexión, esas vivencias me ayudaron ante las dudas, me hicieron sentir que trabajaba en un espacio que en realidad me era tan familiar como si entrara a la casa de mi niñez.
—¿Y qué proyecto tenés ahora? —Obvio, otra obra de teatro, además de seguir con las pinturas, los dibujos, las instalaciones, las fotos, los videos, los viajes, los amigos... La vida en sí.ß