Cuentos de la selva en la oscuridad
Pionero en el teatro experimental con actores no videntes realizado en un “espacio negro”, el grupo Ojcuro estrenó el espectáculo Quiroga y la selva iluminada, escrito y dirigido por Laura Cuffini. Como sucede en las funciones de La isla desierta, adaptación de la pieza de Roberto Arlt que la compañía de teatro ciego dirigida por José Menchaca presenta desde 2001, la obra se desarrolla en una sala completamente a oscuras.
Antes de ingresar, los espectadores reciben una serie de indicaciones relacionadas con la modalidad de la propuesta y se les aclara que pueden avisar a alguno de los actores si se sienten mal en la oscuridad y necesitan salir. Pero eso rara vez sucede porque la experiencia es placentera. Sin la posibilidad de ver, se agudiza el resto de los sentidos. Los ocho integrantes del elenco (Eduardo Maceda, Verónica Trinidad, Mirna Gamarra, Jesús Igriega, Marcelo Giammarco, Cruz Aquino, Francisco Menchaca y Ayelén Giammarco) logran que el público aprecie la obra a través del texto, de la música (en este caso, de Pablo Sirianni), de los olores, las texturas de telas y de elementos, y de los efectos sonoros en vivo que marcan los diferentes climas de la trama.
Sin escenario central, los asistentes se sientan en sillas ubicadas por toda la sala. La acción tiene lugar allí mismo, entre la gente, y los estímulos llegan por todos los frentes. A los pocos minutos de comenzada la función, uno se olvida de que está en la oscuridad. Con los ojos cerrados o abiertos, da igual. La clave es relajarse y dejarse llevar para disfrutar con todos los sentidos de una propuesta única centrada en las historias de Cuentos dela selva, de Horacio Quiroga.
Quiroga y la selva iluminada se presenta en Ciudad Cultural Konex (Sarmiento 3131) los sábados a las 17.30. Durante las vacaciones de invierno estará en escena de miércoles a domingos, a la misma hora.