Toman $ 5200 millones del mercado
El Gobierno volvió a validar tasas de 27% anual por el creciente déficit y para financiar gasto corriente, pero no logró colocar al mayor plazo; ya emitió $ 15.000 millones en sólo 3 meses
El Gobierno ratificó ayer en los hechos que no trepidará en borrar con el codo lo escrito hace sólo unos meses con la mano al volver a validar tasas algo superiores al 27% anual para tomar $ 5263,5 millones del mercado local, que volverá a usar para enfrentar gastos corrientes.
La épica del relato oficial tuvo por bandera –durante largos años– el desendeudamiento. La reaparición de la restricción externa (y la secuela de estancamiento que causó en la economía) le hizo variar el discurso hace algunos meses y reconocer que tomar deuda podría tener beneficios si esos ingresos se dedicaran a financiar obras de infraestructura o inversiones en sectores clave para el desarrollo de la economía.
Pero desde hace tres meses, y ante las señales de agotamiento que daban ya las reparticiones oficiales que habían sido usadas en los últimos años como fuente de financiamiento (el BCRA, la Anses, etc.), decidió enfocarse en el mercado local de capitales para obtener recursos.
Así recreó, tal como era usual a fines de los 90, un sistema de licitaciones mensuales para colocar títulos en pesos entre los bancos, las aseguradoras y los fondos de inversión locales, dinero que utiliza el Tesoro para financiar gasto corriente ahora que el déficit (en los dos primeros meses de 2015 el acumulado asciende a $ 29.855,7 millones, un 176% más que en igual período de 2014) no deja de dispararse.
La reaparición de la deuda como un mecanismo de financiación llegó ante un gasto público desbordado y una imposibilidad casi fáctica de incrementar la presión fiscal, dado que está en niveles récord (se la estima superior a 33%, cuando no llegaba a 20% en el año 2000).
El regreso de lo que apunta a ser un nuevo festival de deuda (sólo en pesos ya emitió unos $ 15.000 millones en apenas 3 meses) tuvo ayer su tercer capítulo, con una nueva emisión de Bonos del Tesoro Nacional (que en los 90 denominaban “Bontes”, pero ahora rebautizaron “Bonac”) a vencer en marzo, mayo y septiembre del año que viene.
El Ministerio de Economía había llamado a licitación para colocar un mínimo (ampliable) de $ 3000 millones. Pero tras recibir ofertas de compra por $ 8.534.990.783 (2,84 veces el monto inicialmente subastado) decidió tomar los $ 5263,5 millones: $ 2425 millones con el título a vencer en 10 meses (que colocó al 27,08%) y $ 2872,8 millones con el que vencerá en un año (tasa de 27,15% anual).
Se trata de rendimientos que están un punto por encima de los que había comenzado validando en marzo.
La avidez de la demanda viene de lo que los economistas denominan “efecto codicia”. Por la renta que aseguran, son títulos apetecibles para los bancos locales, líquidos, pero algo reacios a aumentar exposición al sector privado por las dificultades que exhiben algunos sectores productivos y ante las regulaciones que limitan sus tenencias de divisas.
Aun así no alcanzó para que le presten a 16 meses de plazo, ya que la subasta del Bonac a vencer en septiembre se declaró desierta.