Su familia la buscaba viva, pero estaba enterrada como NN
HALLAZGO. Se trata de Jennifer Cadillo Muro, de 22 años; hay un preso
La familia la buscaba viva. Pensaban que estaba cautiva. Pero el peor final llegó ayer: Jennifer Cadillo Muro, la joven de 22 años que estaba desaparecida desde el 23 de febrero pasado, estaba enterrada como NN en el cementerio de Merlo.
El cuerpo fue hallado el 24 de febrero pasado, un día después de la desaparición de Cadillo Muro, de nacionalidad peruana. Pero en las últimas horas se pudo vincular un hecho con otro cuando una perito técnica de la Policía Científica de La Plata logró obtener una huella dactilar, que fue comparada con las fichas de huellas digitales de personas desaparecidas.
Ese cotejo arrojó una coincidencia del 80 por ciento entre esta impronta y el juego de huellas de la estudiante. Este peritaje demoró debido al complejo proceso al que debe ser sometido un cuerpo calcinado para poder lograr la obtención de la huella, explicaron fuentes judiciales a la nacion.
Si bien la familia de Cadillo Muro está convencida de que el cuerpo hallado en el cementerio de Merlo es el de la joven desaparecida, la madre fue sometida a una extracción de sangre para confirmar la identidad por medio de un estudio de ADN.
El cadáver fue hallado calcinado en un descampado de Merlo y enterrado después como NN en el cementerio local. “El cuerpo estaba tan carbonizado que en la autopsia no se pudo determinar la causa de la muerte”, sostuvo una fuente del caso a la agencia de noticias Télam.
El martes pasado, la justicia penal de San Martín procesó al único sospechoso que tenía la investigación de la desaparición de la joven estudiante: Carlos Smith, de 49 años y ex compañero de trabajo de la víctima.
El procesamiento del sospechoso había sido solicitado por la fiscal Lorena Carpovich, a cargo de la Unidad Funcional de Investigaciones N° 21, de Malvinas Argentinas.
Consternación y acusación
Conmocionada por la noticia del hallazgo del cadáver de su hija, su madre apuntó de lleno a Smith: “Hago responsable a este hombre [por Smith]. Él estaba obsesionado con mi hija”, afirmó, desconsolada, la madre de la víctima en declaraciones a los canales de noticias TN y C5N.
Según la mujer, el día que desapareció Jennifer, Smith la fue a buscar en auto hasta su casa, en Sourdeaux, partido de Malvinas Argentinas, para llevarla hasta la embajada de Brasil, donde tenía turno para hacer un trámite para una visa laboral.
Según la versión que el sospechoso aportó ante la policía, la habría acompañado a tomar un helado y luego la dejó en la estación Boulogne del ferrocarril Belgrano Norte.
Sin embargo, los investigadores verificaron la versión del sospechoso y en la heladería dijeron que no vieron a Jennifer el 23 de febrero por la mañana. Los empleados afirmaron que estaban seguros porque conocían a la joven. Fue la primera contradicción del acusado.
Después, la fiscal estableció que el sospechoso había abierto un perfil falso de la red social Facebook a nombre de una mujer, identificada como Paula. Así, supuestamente haciéndose pasar por otra persona, logró que Jennifer lo aceptara con una identidad falsa y podía controlar con quién se relacionaba.
La fiscal Carpovich tuvo en cuenta el hallazgo de huellas de Jennifer en el automóvil en el que se movilizaba para pedir el procesamiento.
La madre de la víctima también habló de negligencias por la demora en identificar el cuerpo de su hija. “¿Cómo es posible que si estábamos buscando a mi hija y habían enterrado un cuerpo NN de las mismas características no pensaran que se podía tratar de mi hija.”
Sin entrar en polémica con la madre de la víctima, una fuente policial explicó: “El trabajo en laboratorio de Necropapiloscopia conllevó varios meses debido al estado crítico de ambas manos por el contacto con el fuego”.