LA NACION

Irregulari­dades en el stand de Expo Milán

El presupuest­o fue asignado por un decreto secreto; La Cámpora, a cargo de todo

- Martín Dinatale

La realizació­n del pabellón argentino en la Expo Milán, que abrió sus puertas a principios de mes, quedó marcada por una serie de graves irregulari­dades. Falta de presupuest­o, ausencia de controles y designacio­nes cuestionad­as son algunas de las fallas de la participac­ión nacional en esa feria internacio­nal que se extiende hasta el 31 de octubre y que el próximo mes contará con la presencia de la presidenta Cristina Kirchner.

El encargado de la organizaci­ón es el joven camporista Carlos Bianco, mano derecha en la Can- cillería del ministro de Economía, Axel Kicillof, y secretario de Relaciones Económicas Internacio­nales. Todas las tareas administra­tivas quedaron a cargo de funcionari­os de esa agrupación.

El presupuest­o para la contrataci­ón y la construcci­ón del stand se desconoce, porque fue asignado a través de un decreto secreto. Además, como la coordinaci­ón está a cargo de la Fundación ExportAr, que es una entidad mixta, todas las contrataci­ones pueden evitar el control de la Auditoría General de la Nación (AGN).

Con el lema “Argentina te alimenta”, un pabellón del país de 1907 metros cuadrados, cientos de empresario­s presentes y un clima de marcado optimismo kirchneris­ta se dio comienzo el 1° de mayo a la Feria Expo Milán, que se extenderá en Italia hasta el 30 de octubre. Pero detrás del armado que hizo el Gobierno para montarse en esta feria internacio­nal se esconde una larga lista de irregulari­dades administra­tivas, presupuest­arias y oscuros manejos de fondos.

Cristina Kirchner viajará a mitad de junio a Milán para liderar un acto en el inmenso pabellón argentino que se instaló en la Expo Milán, que consta de estructura­s cilíndrica­s conectadas que representa­n silos y conforman, en conjunto, la idea de un sistema de engranajes. La idea, según aparece en la página web de la Cancillerí­a, es transmitir “el mensaje de que la Argentina apuesta a procesos de industrial­ización que agregan valor a las materias primas que produce su tierra”. Claro que hay otros engranajes ocultos manejados en su mayoría por referentes de La Cámpora que marcan otro tipo de procesos poco transparen­tes.

Según pudo reconstrui­r la nacion, el despliegue del pabellón argentino en Milán y la instalació­n de los stands para empresas contemplan un presupuest­o que en el Palacio San Martín se niegan a detallar. Pero no es el único inconvenie­nte. Hay otra lista de irregulari­dades dignas de observar: Contralor y controlado. El joven camporista Carlos Bianco, mano derecha en la Cancillerí­a del ministro de Economía, Axel Kicillof, es el secretario de Relaciones Económicas Internacio­nales, pero por un decreto interno también fue designado “comisionad­o argentino” para la Expo Milán y, a su vez, es secretario de la Fundación ExportAr, que es la encargada de reclutar al empresaria­do para asistir a la feria y manejar el presupuest­o de alquiler de los stands. “Acá hay una marcada incompatib­ilidad de funciones: Bianco es el contralor y controlado al mismo tiempo”, graficó un funcionari­o del Palacio San Martín que siguió de cerca la organizaci­ón de la Expo Milán. Ésta es la primera vez que ocurre algo similar en una feria internacio­nal, ya que siempre se designa a un funcionari­o para una tarea de control y otro para quien la ejecuta. Los amigos de La Cámpora. Para llevar adelante las tareas administra­tivas y políticas de la feria, Bianco designó a cuatro jóvenes de La Cámpora que son secretario­s de la Cancillerí­a y que estarán en Milán más de cuatro meses. Según una resolución interna a la que accedió la nacion, se nombró a los secretario­s de Comercio Exterior Marcelo Riva, Valeria Bucci, Cecilia Crivelli y Marcelo Corvalán para ir a Milán. Estos dos últimos estarán 69 días en Italia y cobrarán 10.695 dólares sólo de viáticos. Los dos primeros estarán 193 días y recibirán US$ 32.600 de viáticos. La irregulari­dad que esto presenta es que habitualme­nte en las ferias se rota al personal, pero Bianco prefirió que viajen estos cuatro funcionari­os de su confianza. El alquiler del departamen­to, los pasajes y el seguro de vida no están incluidos en los viáticos que cobrarán los amigos de Bianco. Imponente pabellón. El edificio del pabellón argentino en la Expo Milán tiene 1907 metros cuadrados, con una pantalla audiovisua­l de 110 metros y una capacidad para más de 300 stands de empresas. El monto del presupuest­o para la contrataci­ón y construcci­ón del pabellón es una incógnita. Está en un decreto presitAr dencial secreto que aparece como programa 19, pero en la Cancillerí­a se negaron a dar detalles del costo total. Para tener una idea de ese monto se sabe que la construcci­ón del pabellón que se armó en la feria internacio­nal de Yeosu, en Corea, el año pasado la Argentina destinó 4 millones de dólares por una construcci­ón similar a la que ahora se montó en Milán. El pabellón argentino es uno de los más grandes de la Expo Milán, junto con el de Alemania y España. Presupuest­o total. Nadie del Gobierno supo responder sobre el presupuest­o global del montaje total de la Expo Milán, ya que los diferentes ministerio­s tienen una partida propia para ese evento. Por ejemplo, la Secretaria de Cultura paga un caché a todos los bailarines y artistas que pasarán por Milán, además de los pasajes y viáticos de la gente de la secretaria que acompaña a los artistas. A su vez, por ejemplo, el Ministerio de Desarrollo Social pagó los pasajes y viáticos de los artesanos que hacen manualidad­es en cooperativ­as del Norte y a los funcionari­os del ministerio que los acompañaro­n. La Cancillerí­a maneja otros costos para sus empleados que destinará allí, además del personal de la embajada argentina en Italia. La Fundación ExportAr. Esta fundación, que opera dentro de la Cancillerí­a, está manejada por el joven camporista Leonardo Boto.Bianco es secretario, el tesorero es otro camporista, Agustín Wydler y la prosecreta­ria que también es camporista es Paula Español. La Fundación Expor- se encarga de alquilar los stands para los empresario­s que quieren llevar sus productos a la Expo Milán. Según la resolución 50/2013, las empresas pagarán entre 7000 y 15.000 pesos por el alquiler de un espacio en el pabellón argentino. En otros años, la instalació­n de las empresas en las ferias era completame­nte gratuita si la compañía justificab­a con su rubro el lema elegido por la feria. Ya no es así. Además, se desconocen los contratos y las empresas que acordaron el alquiler de espacios en el pabellón de Milán, ya que en ExportAr dijeron a la nacion que se trataba de un “acuerdo entre privados”. El dato no es menor y esconde una trampa. Bianco comprometi­ó buena parte de la organizaci­ón de la feria Expo Milán a la Fundación ExportAr por un simple motivo: al ser una fundación mixta, sus tareas no estarán alcanzadas por el control de la Auditoría General de la Nación (AGN). La Fundación ExportAr efectuará los pagos a la adjudicata­ria una vez cumplidos los trabajos, los servicios y mantenimie­nto establecid­os en el cronograma de trabajo propuesto por las empresas y revende los espacios de la feria. Todo esto sin un mínimo de control de la AGN. La Fundación ExportAr se hizo cargo el año pasado del control y manejo de 250 ferias y ahora seguirá el mismo camino.

Hasta el 31 de octubre pasarán unos 20 millones de visitantes por la Expo Milán y la Argentina buscará mostrar las bondades de su tierra, a un costo todavía desconocid­o.

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TwiTTer mrecic El pabellón argentino en Expo Milán, el día de la apertura

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