Voto electrónico
Quiero contar lo que me pasó en las elecciones PASO del 12 de abril en Salta, para que todos reflexionemos antes de ir a votar. La fila que me tocó en la escuela Castellanos, de Tres Cerritos, era larguísima y no se movía. Una persona buscó a una señora responsable de las máquinas usadas en el voto electrónico. Explicó luego que la presidenta de mesa tenía una discapacidad en sus manos, y que por ese motivo hacía pasar de a una persona a la vez, cuando había dos máquinas. Pedimos que se habilitara la se- gunda, y que ella se quedara allí para verificar.
Cuando me tocó el turno de votar, cometí dos errores. Por el apuro, hice todo rápidamente, a raíz de la gran cantidad de gente que había. Puse mis candidatos en la máquina, constaté que en ella estuviera todo bien e imprimí. Nunca controlé lo que salió en la boleta y tampoco el chip de la boleta poniéndolo en la maquina.
Pienso que si una persona tiene discapacidad en ambas manos no tendría que ser presidente de mesa; sí puede, en cambio, ocupar otro lugar de la mesa electoral. Lo que me ocurrió a mí puede haberles pasado a otros. La mesa era de la letra H. Espero que no pase lo mismo el 17 de este mes con las elecciones generales para gobernador, intendentes y legisladores. Catalina M. Hearne
kittyhearne@yahoo.com.ar