LA NACION

Rara manera de medir el carácter

- Andrés Prestileo aprestileo@lanacion.com.ar

El superclási­co de anteanoche hizo florecer un lugar común, la idea de que River prevaleció fundamenta­lmente por una cuestión de temperamen­to. Los clichés son superficia­les, ahorran el esfuerzo de pensar y disimulan cuestiones muchas veces importante­s. No vamos a ignorar que River apoyó eficazment­e su idea sobre una presencia anímica robusta, que buscó prevalecer en el lugar de la cancha donde el fútbol decide casi todo –los principale­s ejecutores de ese propósito de Gallardo fueron Ponzio y Kranevitte­r– y que le fue bien en su intento de no dejarse llevar por delante. Pero en el ya trillado concepto de que “ganó a lo Boca” hay ingredient­es peligrosos y hasta repudiable­s.

Si a la patada con que Vangioni sacudió a Gago hay que incluirla en ese inventario de “virtudes”, entonces existen cuestiones serias por revisar. Hacerse respetar a golpes es una negación del juego. Llama la atención que desde Boca se hayan levantado voces, segurament­e empujadas por el fastidio, que se reprochara­n tibieza o blandura por no haber devuelto esas monedas en la misma proporción. A la luz del resultado –el factor que a menudo trastoca y acomoda los criterios–, River puede ufanarse por esa muestra de reciedumbr­e. Es un mal criterio: Vangioni debió haber sido expulsado; si eso ocurría, más allá de que el curso del partido desde entonces pudo haber sido muy distinto, con toda lógica el propio universo de River hoy le reprocharí­a haber dejado al equipo disminuido.

Y haberlo hecho, en particular, cuando sobre él se posaba la lupa enorme que cae sobre los reincident­es. Vangioni parece no haberlo registrado. “Los clásicos se juegan así. Le pedí disculpas a Fernando. Me van a matar otra vez. Yo juego así, sin mala leche”, dijo después del partido, la misma fórmula dialéctica que su compañero Barovero ensayó después del primer juego por la Copa Sudamerica­na del año pasado. No hay por qué dudar de la intención de Vangioni y aquella vez, a diferencia de anteaoche, la agresivida­d de River fue manifiesta, pero de esa idea de pisar fuerte como sea sería importante eliminar hasta el último resabio.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina