Tigre insistió hasta conseguir el empate

En el Sur, realizó 23 remates al arco y cerca del final rescató un 1-1 ante Lanús

En realidad, la igualdad no le sirve a ninguno de los dos. Lanús precisa cuanto antes escapar de la irregularidad que lo asfixia y Tigre necesita un envión definitivo para creer que es posible luchar por el título. El conjunto de Victoria puede, sin embargo, retirarse con un sabor dulce. Es que después de encontrarse abajo en el marcador durante 61 minutos, encontró recompensa a tanta insistencia ofensiva: realizó ¡23 tiros al arco! hasta que Goñi marcó la igualdad a los 41 minutos del segundo tiempo.

Lanús ganaba en buena parte del desarrollo, pero en forma numérica, porque en el desarrollo no estaba un escalón por encima de su adversario. Al menos cortó una racha de dos derrotas en serie: un 3-1 contra Boca y un 2-0 con Racing. Sin embargo, la parte positiva del asunto no se puede ver hoy. El elenco que dirige el Mellizo solía ser un protagonista estelar de todos los torneos y hoy está perdido en el desorden.

Tigre también frenó una serie, en este caso, positiva: había ganado tres encuentros seguidos. Por ese motivo, sumado a que marcó el 1-1 a cuatro minutos del epílogo, le sienta un poco mejor la igualdad al elenco del siempre aplicado Alfaro.

Lanús ensayó el dominio, pero Tigre con el transcurrir de los minutos, descubrió las huellas que dejaba marcadas su adversario. En los goles, los dos arqueros tuvieron responsabilidad.

El pelotazo lejano de Ayala, un especialista en el arte de los disparos potentes, picó unos centímetros antes de la intervención de Javi García, que pareció volar a destiempo, durante la primera parte del desarrollo. Y cerca del final, un doble cabezazo en el área, como señalan algunos libros futboleros, acabó en gol, aunque con la complicidad de Monetti. El primer impacto de cabeza, de González Pírez, encontró una reacción débil del arquero, que arrojó la pelota a un costado. El balón picó, se elevó y encontró la cabeza de Goñi.