La mirada invisible se multiplica en la cartelera
El dilema es el mismo. Se planteó a fines del abril de mayor convocatoria en los cines de los últimos años (más de cinco millones de entradas vendidas) y también anteayer, un jueves famélico en el que el fútbol les ganó por goleada a las ganas de ir al cine.
con vacas gordas o vacas flacas en la boletería, la tendencia de estos tiempos en la cartelera local es la división tajante entre unos pocos ganadores y una multitud de perdedores. concentran el interés dos tanques (Avengers 2: era de Ultrón y Rápidos y furiosos 7) con el aporte de Una noche para sobrevivir, y el resto debe conformarse con migajas.
Más de un espectador, frente a las boleterías de los complejos multipantallas, habrá sentido que sus posibilidades de elección quedaban restringidas al mínimo con una vidriera acaparada por los títulos más taquilleros. las alternativas están, pero pasan más rápido que los bólidos manejados por Vin Diesel y compañía en Rápidos y furiosos.
Basta con detenerse en la lista de novedades de los últimos 30 días. Desde entonces y hasta hoy, se estrenaron títulos para todos los gustos: Leviathán, En tus zapatos, La bella y la bestia, Se levanta el viento, Big Eyes, Mis días felices, De amor y dinero, El cuarto azul, Entre tragos y amigos, Amores infieles, 3 corazones, Bailando por la libertad, junto con una dosis importante de cine argentino (Tuya, Showroom, El acto en cuestión e innumerables documentales). Muy poco de eso pasó la prueba del tiempo. nadie les concedió el mínimo derecho a mostrarse en una cartelera que tiene apenas dos dueños.
la esperanza de una mínima visibilidad se transforma, para muchas películas valiosas, en una rápida decepción. nadie les da tiempo para ser vistas. Una pena.