La red social Taringa! comienza a pagarles a sus usuarios por el contenido generado
Desde la semana pasada, la plataforma creada en la Argentina, que ya tiene 75 millones de fanáticos en el mundo entero, premia con bitcoins el aporte valioso de sus seguidores
Una receta de cocina que enseñe a hacer un Big Mac en casa para que quede igual al del local de comidas rápidas; un meme que arranque una carcajada o un conmovedor relato de una persona que logró vencer a la obesidad son, desde ahora, posibles acreedores de bitcoins, la moneda virtual que permite hacer transacciones online con la que Taringa! decidió premiar el aporte de contenidos valiosos dentro de su enorme comunidad de 75 millones de usuarios en todo el mundo.
Sentado en uno de los sillones de la oficina en Barrio Norte, Matías Botbol, uno de los tres dueños de Taringa!, cuenta la última novedad de su empresa que, además, acaba de ser sobreseída en la causa que María Kodama le había iniciado en 2014 por derechos de autor. Se lo nota tímido, tal vez algo incómodo frente al grabador, lo que lo aleja indudablemente del estereotipo de joven exitoso con una empresa de tecnología y un ego enorme a cuestas.
Nada, ni siquiera haber salido en The New York Times o The Wall Street Journal por liderar la integración de bitcoin más grande a nivel mundial parecen sacarlo de su papel de hombre humilde –acaba de cumplir 36 años– que simplemente está haciendo lo que le gusta. Y lo que le gusta, dice Botbol, es generar ideas en la Web, su lugar natural, por donde se mueve a sus anchas desde hace más de 17 años.
“En Internet, todavía está todo por hacer, todo por explorar –asegura–. El problema es que tenemos más ideas que capacidad de hacerlas. Acá hay una lista con miles de cosas para hacer y la discusión pasa por ver cuál vamos a hacer primero.”
De esa gran lista, por lo menos pueden tachar la que vienen soñando desde hace seis años, cuando, a raíz de un libro en el que compilaron los mejores contenidos de Taringa!, surgió la idea de compartir los ingresos generados por las ventas entre los usuarios de la Red. “Lo justo era que la plata se repartiera entre los que habían participado del libro, pero era tan difícil que decidimos donar los ingresos a una ONG”, recuerda Matías.
Ése, sin embargo, fue el punto de partida de lo que empezó a hacerse la semana pasada y que está todavía en una fase Beta, de experimentación. “Desde hace años queríamos repartir dinero con los usuarios. Si alguno generaba un contenido valioso, poder recompensarlo. Pero no existía una metodología buena para poder hacerlo”, cuenta Botbol.
Hasta que el emprendedor virtual Wenceslao casares les habló de un proyecto: Xapo, una plataforma que genera billeteras virtuales para bitcoins. Dentro de un acuerdo que rubricaron con el creador de Patagon, los usuarios pueden crear billeteras en Xapo, mientras que Taringa! reparte en bitcoins una especie de recompensa por buen contenido. Los ingresos por publicidad generados por los contenidos de los usuarios de la red social argentina serán depositados en la billetera electrónica Xapo. “Generamos un sistema para calcular cuánto puede generar cada contenido y sobre la base de eso pagamos en bitcoins. El pago es variable.”
Para medir el impacto de cada contenido, se están creando ciertos indicadores que tienen que ver con en engagement, es decir, el grado de apego o compromiso que logró ese post. En ese sentido, se mide la cantidad de personas que le pusieron un like y que lo compartieron en otra red social, y la cantidad de visitantes y de comentarios. “Es decir, intentamos determinar si fue importante para la comunidad de Taringa!”, resume Matías, que contó que un usuario mexicano ganó en una semana el equivalente a US$ 16 luego de que compartiera con la comunidad cómo había ganado la batalla a la obesidad.
“Ese post pegó mucho, pero hay otros que comparten recetas . Y también hay usuarios que generan buen contenido de humor, desde standaperos hasta especialistas en memes que son muy divertidos.”
El propio Botbol se declara fanático de los post de cocina, e incluso ha replicado algunas de sus recetas, como la del Big Mac casero de una usuaria que se llama Divana y es estudiante de cocina. Incluso, asegura, salvó hace algunos años su iPhone luego de que se cayera a la pileta al recordar un post en Taringa! en el que se recomendaba sumergirlo en alcohol... y sí: funcionó.
“creo que el secreto de Taringa! es que es una plataforma abierta y libre, cualquiera que quiera compartir una experiencia lo puede hacer y llega a mucha gente. como usuario, tenés la posibilidad de descubrir siempre cosas nuevas, todo el tiempo –reflexiona–. Y también les modifica la vida a las personas. Nos pasó que un chico que estaba buscando a su padre, que lo había abandonado hacía 13 años, publicó un post en Taringa! y en 48 horas ya sabía quién era él y dónde vivía. A partir de ahí cambió nuestra forma de ver Taringa!: ya no era sólo una plataforma para compartir ideas o divertirse, sino una herramienta capaz de influir en la vida de la gente.”
Lo cierto es que en un contexto donde surgen permanentemente nuevas redes sociales, el desafío es fidelizar usuarios. Y reconocer con bitcoins el contenido valioso es una manera de mantener el romance intacto. “El usuario de Taringa! es fiel”, asegura Matías. Sí, pero sabe que nunca está de más recompensar tanta lealtad.