Jardines verticales; verde que trepa
Estos tapices llenos de vida brindan oxígeno, amortiguan los ruidos y reducen el smog de las grandes ciudades. Conocé cómo se diseñan, dónde crecen y cómo se mantienen
Ya no nos es extraño caminar por las calles de Buenos Aires, alzar la vista y ver una inmensa pared cubierta de vegetación. Los jardines verticales están concebidos para recuperar espacios y promover el contacto con la naturaleza en plena ciudad. Se trata de revestir una pared de verde natural –si bien hay opciones sencillas que se aplican en interiores y hasta se pueden hacer por cuenta propia–, en el caso de los mega jardidines vistos en las paredes de edificios se necesita de especialistas en el manejo de los elementos para lograr el mejor resultado: un jardín en las alturas, que crezca, dure y se vea bonito.
Lo necesario
Para empezar, estos tapices verdes se hacen a partir de una pared con toma de agua y de luz (aunque son factibles también con luz artificial). De ser posible debe estar en un lugar cercano para poner un tanque cisterna y lo ideal es dejar un espacio abajo para recolectar el agua de riego y poder bombearla nuevamente hacia arriba, y lograr un sistema más sustentable.
El éxito de los jardines verticales depende de que no se utilice sustrato. Porque al tener peso en posición vertical se viene abajo dejando huecos en las partes superiores.
Las nuevas tecnologías demuestran que la planta no lo necesita. En cambio se usa un sistema de fieltro que le da estructura para que las raíces se enganchan allí. La humedad y el alimento se logra fertilizando a través del riego. Se puede cultivar más de 200 especies teniendo en cuenta las situaciones de sol y sombra, si son plantas para interior o exterior, la humedad y la exposición al viento.
Por lo general se colocan unas 30 plantas por metro cuadrado; en su mayoría herbáceas y alguna que otra gramínea. Todas de fácil acceso en cualquier vivero. Las más utilizadas son plectranthus neochilus, plectranthus edulis, hemerocallis, vincas mayor, bulbine frutescens, sedum, stipa tenuissima, penisetum rupelli.
Cualquier época del año es propicia para montar uno de estos espacios verdes. Lo único que hay que tener en cuenta es no hacerlo con temperaturas extremas para cuidar las especies. Para mantenerlos, lo más importante es estar atentos a las podas, la eliminación de malas hierbas que crezcan alrededor, la regulación de los ciclos de riego y la dosificación de fertilizantes. El costo aproximado va de los $ 3500 a $ 6000 por metro cuadrado.
Las ventajas
¿Por qué son tendencia? Por las múltiples ventajas. Es que este colchón vegetal es una especie de barrera protectora que da sombra, amortigua el calor, el frío y los ruidos. Además, en las grandes ciudades ayuda al intercambio de dióxido de carbono por oxígeno y limpia el aire de smog.
Por eso, muchas empresas se suman a esta movida de arquitectura verde y revisten sus edificios con enormes tapices naturales. Arredo es una de las marcas asociadas con el hogar que eligió los jardines verticales para la transformación de la fachada de sus locales y como parte de la renovación de su imagen.
La iniciativa tuvo como objetivo mejorar la experiencia de los clientes con la marca, y contribuir a mejorar el medio ambiente. Así, en los últimos meses, la firma inauguró su quinto jardín; este último pertenece a la tienda de Santa Fe, esquina Pueyrredón.
Como si los beneficios que trajeron a las ciudades fueran pocos, está comprobado que con la presencia de las especies nativas vuelven los pájaros, las mariposas y abejas que polinizan las flores multiplicando colores y aromas. Esta renovación del paisaje urbano no sólo descansa la vista, además transmite energía..