El triunfo alimenta la angustia de Bruselas
Suma incertidumbre a un bloque de por sí inquieto por el futuro de Grecia
PARÍS.– El inesperado tsunami conservador en Gran Bretaña reavivó ayer la hipótesis de un eventual “Brexit” en Europa, ya pasablemente angustiada ante la perspectiva de un “Grexit”.
apenas terminadas las elecciones legislativas, que le adjudicaron una mayoría absoluta para gobernar, el primer ministro David Cameron confirmó la organización de un referéndum sobre el mantenimiento (o no) de su país en la Unión Europea (UE). Y, por su parte, los líderes europeos no perdieron un segundo en proponerle ayuda y colaboración en el difícil camino que lo espera en ese terreno.
El presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, fue el primero en declarar: “Estoy dispuesto a trabajar con usted para llegar a un acuerdo apropiado, tanto para Gran Bretaña como para la UE”. Hace semanas que Juncker manifestó su voluntad de hacer modificaciones menores de los tratados. Pero excluyó categóricamente toda concesión mayor, en particular sobre la libertad de circulación dentro de la UE.
“Los británicos se equivocarían si pensaran que sus socios están dispuestos a pagar un alto precio para retenerlos. Sobre todo si ese precio significa vaciar el proyecto europeo de su esencia”, afirma Stefani Weiss, del think-tank alemán Bertelsmann Stiftung en Bruselas. “En todo caso, nadie está dispuesto a tocar el Tratado de Schengen [sobre la libre circulación de las personas] y el mercado único”, insiste.
El primer dirigente político que felicitó telefónicamente a Cameron fue François Hollande. El presidente francés lo invitó a París, donde seguramente el plato fuerte del encuentro será el futuro de Gran Bretaña en Europa.
Hollande; la canciller alemana, angela Merkel, y el resto de los líderes del bloque deberían ofrecer al moderadamente proeuropeo Cameron una variedad de ideas para ayudarlo a responder a las expectativas del ala derecha y euroescéptica de su partido, sin poner en peligro la membresía de su país en el referéndum previsto para 2017.
Muchos líderes europeos habían decidido esperar para comenzar esas conversaciones hasta que Cameron terminara la campaña electoral. Los más optimistas esperan que Cameron sea capaz de utilizar su inesperado triunfo personal para vender un modesto paquete de medidas a aquellos votantes que preferirían permanecer en la UE.
El ex primer ministro polaco Donald Tusk, que ejerce la presidencia del Consejo Europeo, subrayó “el tradicional sentido común” de Gran Bretaña en la UE. Y lanzó un llamado personal a Cameron para que no responda positivamente a aquellos británicos que denuncian las regulaciones de la UE.
No sólo Tusk, Juncker, Merkel y Hollande harán todos los esfuerzos necesarios para evitar que Gran Bretaña deje la Unión. En Europa, sobre todo en los países del Sur, muchos consideran al Reino Unido como el contrapeso indispensable al poderío de alemania, el actual líder político y económico de la UE.