Central le ganó 2-0 a Chicago y sigue firme en la pelea; quedó a un punto de Boca
En Mataderos, con goles de Ruben y Cervi, el equipo rosarino se impuso por 2 a 0 y se mantiene en los puestos de vanguardia
Con muy poco le alcanzó a Rosario Central para vencer por 2 a 0 a Nueva Chicago y mantenerse en el lote de aspirantes que quieren dar pelea por el título. Con esta victoria cortó la racha de dos empates consecutivos (ante Estudiantes y Huracán) y su goleador estrella, Marco Ruben, se reencontró con la red después de cuatro jornadas. Ahora Central, con 26 puntos, es el único escolta mientras aguardara los desenlaces de Boca, líder con 27, y de San Lorenzo y River, que suman 24.
En Mataderos, en un partido de trámite discreto, al conjunto rosarino le bastó con exhibir algo de su oficio, la seguridad de Caranta, el ordenamiento de Donatti, el despliegue de Domínguez y el olfato de Ruben para superar a un débil rival; sólo necesitó acertar dos contraataques, con definiciones similares, desborde y cen- tro al corazón del área, para ganar el partido. Se sucedieron sobre el final de cada tiempo: a los 38 de la primera etapa, la elaboración estuvo a cargo dela a sistencia precisa de Jonás Aguirre y el golpe de cabeza del N°9, Marco Ruben, que anotó su noveno gol en el campeonato. Y, a los 36 de la segunda etapa, el centro lo arrojó Ruben y el que conectó de zurda fue el inquietante Franco Cervi. Así de fácil.
Chicago fue apenas un manojo de nervios; sin peso en sus líneas para torcer un destino que parece estar sellado, aunque resta aún casi medio campeonato. Es que sigue sin ganar en el torneo y acumula sólo 5 puntos producto de sus empates con Unión, Arsenal, Argentinos Juniors, Boca y Racing. La inexperiencia de su plantel es evidente y la paciencia de su público –que lo alentó los 90 minutos del partido– amenaza con agotarse; sobre el final del partido los insultos hicieron blanco en la figura de Alejandro Nania, el DT. Uno de los asistentes tuvo que contenerlo en medio del partido para que no reaccionara contra un plateísta.
El final del partido dejó a Central arriba; le bastó con poco, con su oficio y perseverancia. A Chicago lo hundió en el fondo; sigue abajo porque le faltó de todo.