Vetamadre. “El rock es un trayecto, un recorrido”
Cuando se acerca a los 20 años de carrera, el cuarteto que encabeza Julio Breshnev da forma a su mejor álbum, Ahora
Ahora es el octavo álbum de Vetamadre, una banda que hace tiempo suena a Vetamadre. Pero ese rock oscuro que supieron cultivar y ese mote de banda de culto que los viene acompañando desde los 90, se desintegra hasta el átomo en un puñado de muy buenos tracks, guitarras pulidas y un sonido que acompaña como nunca antes a la canción. “Hace dos discos que estamos buscando llegar a este disco”, dispara Julio Breshnev, cantante, conductor radial y uno de los cuatro elementos de esta banda que es una suerte de pequeño milagro que supo cruzar el tiempo –los tiempos– del under local y adaptarse siempre a sus tormentas y vicisitudes del entorno. La formación la completan Marcelo “Coca” Monte, en bajo; Martín Dejean, en teclados, y Federico Colella, en batería. Y para encontrar una buena síntesis del viaje que proponen las diez canciones de Ahora, no hay mejores palabras que las extraídas de “Invisibles”, el tema que abre el disco y el recorrido que éste propone: “Te seguí hasta el más allá casi sin pensar, nos perdimos en un trip de colores santos desordenados”. –Después de casi 20 años deben de tener una mecánica de trabajo. ¿Cómo se la desobedece? Breshnev: –Sí, la tenemos, pero logramos desestructurarnos. Estamos más librados al azar hoy que cuando recién empezábamos. Antes queríamos agarrarnos de una estructura para tener un concepto y ahora el concepto es Vetamadre. Y cada uno se fue soltando de lo que antes estaba aferrado.
Coca: –No hay mucho plan, es una espontaneidad que nos dieron los años, que tornaron natural lo que hacemos. –El productor es Tery Langer, de Carajo. Un músico más joven y de otro palo. ¿Cómo llegaron a él?
Monte: –Se enteró que entrábamos a grabar, nos escribió, preguntó si teníamos a alguien y al responderle que no nos dijo que él lo quería producir. ¡Genial! Qué mejor que un tipo que quiere laburar con vos.
Breshnev: –Y el trabajo de Tery hizo que el disco, a nivel guitarrístico, tenga unas violas muy corrosivas y presentes, pero que no hieren. Veníamos buscando este disco desde hace dos discos. Un regreso al punto cero, pero con toda la experiencia encima. Queríamos ganarle al tiempo, volver a esos inicios, pero con el bagaje que traemos. Yo siento que el rock es un trayecto, un recorrido. Los discos anteriores ahora los siento como álbumes de transición que nos permitieron llegar a este presente, a este Ahora. –Siempre hicieron canciones, pero en Ahora, en temas como “Invisibles” o “Lejos”, la voz de Julio y las letras se lucen como nunca antes.
Monte: –Es que nos pusimos más directos, más terrenales. A medida que pasa el tiempo hay factores que conspiran: hace muchos años que estamos juntos los cuatro, tenemos una mecánica de laburo que se basa en que somos un grupo humano muy homogéneo y a la vez hay cosas que ya nos sacamos de nuestro interior, como los temas más rebuscados que hicimos en el pasado. En nuestros shows, ese material sigue estando, pero a la hora de grabar un nuevo disco no queríamos hacer otro Libérenme, otro Veratravés. Lo que nos pasó es que tuvimos unos años, artísticamente, de depresión, que fueron muy creativos. A mí este disco me suena como a final de película y, a la vez, simboliza cierta resurrección. Nos dimos cuenta de que aún teníamos mucho más para dar.
Breshnev: –Fernando Ruiz Díaz [Catupecu Machu] vino un día a la radio [Rock and Pop], me pidió un disco y me lo volví a escuchar tiempo después. Para mi sorpresa lo había escuchado, y me dijo: “No me malinterpretes, pero es el disco más maduro que han hecho, las canciones dan todas en el clavo”. Y yo siento lo mismo. No es como en discos anteriores que eran como cebollas, había que sacarle las capas, ir escuchando e investigando lentamente. –Con este disco inician una relación con una gran compañía discográfica. ¿Tuvieron que eliminar algún prejuicio? Breshnev: –Sí, esa fantasía de que son el enemigo y vienen a consumirte y a fagocitarte. Pero resultaron un aliado que quiere que Vetamadre llegue a más gente, y nosotros queremos lo mismo. Tuvimos años de autoboicot, de elegir ser un secreto bien guardado.