LA NACION

volkswagen fox salto de calidad

mecánica moderna, más seguridad activa y confort hacen crecer al chico de vw.

- Por Gabriel Tomich

Presente en nuestro mercado desde 2004, el Volkswagen Fox, con su carrocería hatchback de líneas compactas y techo alto ha captado desde su aparición el interés de los usuarios más jóvenes. En pocas palabras, el Fox se caracteriz­a por su diseño atractivo que, con el ligero restyling que acaba de recibir la versión 2015 (el segundo en la vida del modelo), se ve renovado y moderno al seguir los nuevos conceptos (ópticas con fondo oscuro; paragolpes con luces antiniebla­s renovadas y con luz de curva estática; trazos más rectos) de los frontales actuales de Volkswagen (con el flamante Golf VII a la cabeza). También atrás, con las ópticas envolvente­s sobre el portón trasero (estilo Golf) y en los laterales, con las renovadas llantas de 16” y una moldura cromada, se percibe la búsqueda de un estilo con mayor carácter.

En el interior, este nuevo Fox Highline, versión full probada por la nacion, se destaca por el moderno volante multifunci­ón y la pedalera de aluminio, además del muy completo y legible tablero de instrument­os, en el que se destaca la eficaz computador­a de viaje. Cabe aclarar que la unidad probada contaba con el pequeño display central para gestionar el audio, aunque el modelo ofrece también, como opcional, otra consola con pantalla táctil y navegador.

El nuevo Fox también tuvo pequeñas modificaci­ones en sus dimensione­s. Así creció 45 mm en longitud, mientras que además es 19 mm más ancho y 10 más alto. La distancia entre ejes, en tanto, es sólo 2 mm más larga.

Moderno y eficiente

Más allá de la estética, el Volkswagen Fox Highline 2015 marca un gran salto cualitativ­o en materia mecánica, electrónic­a y de seguridad. Así incluye el nuevo motor naftero MSI (Multi Stratified Injection) de 16 válvulas y 110 CV (evolución del conocido 1.6 8v 101 CV), acompañado por una caja de velocidade­s manual de 6 marchas (también hay versión con caja automatiza­da I-Motion), a lo que se suma un elemento vital de seguridad activa como el control de estabilida­d (ESC), que agrupa el control de tracción (ASR), el bloqueo electrónic­o del diferencia­l (EDS) y el asistente de arranque en pendiente (HHC).

Con la inyección estratific­ada, más la tapa de cilindros de 16 válvulas, el renovado propulsor 1.6 MSI del Fox Highline entrega una potencia de 110 CV a 5570 rpm y un par motor de 15,8 kgm a 4000 vueltas. Cabe mencionar que las versiones Comfortlin­e y Trendline mantienen el veterano y eficiente motor 1.6 de 8 válvulas y 101 CV, extensamen­te utilizado por Volkswagen.

En la práctica, esta nueva mecánica hace del Fox un auto muy ágil tanto en su hábitat natural, la ciudad, como en la ruta. Esta facilidad de maniobra se ve realzada, además, por la rapidez de respuesta de la nueva y excelente dirección con asistencia eléctrica, siempre con el grado de dureza justa en función de la velocidad. Eso sí, los tiempos de aceleració­n y recuperaci­ón de este Fox con motor de 110 CV son levemente mejores (apenas décimas) que los del equipado con el de 101 CV. En el consumo sí la diferencia es más notoria a favor del nuevo motor 16v. En ciudad gasta alrededor de 9,6 l/100 km, mientras que se destaca en autopistas y rutas gracias a la sexta marcha, con 7,5 l/100 km a 120/130 km/h.

Todo bajo control

Las suspension­es de los modelos de Volkswagen son, en general, bastante rígidas, lo que privilegia el comportami­ento dinámico, que es muy bueno (mejor ahora con el control de estabilida­d), antes que el confort de marcha, que es cómodo, más allá de alguna aspereza del tren trasero. Además frena con aplomo y en distancias lógicas (44 m de 100 km/h a 0).

En función del techo alto, la posición de manejo también es alta (aunque confortabl­e por los ajustes en altura), lo que implica regular el respaldo en posición más vertical que en un hatchback o sedan normal. Esto implica más espacio para las piernas y una buena habitabili­dad para los ocupantes traseros (dos adultos). Para mayor versatilid­ad, el asiento trasero (enterizo) se desplaza. Así, el baúl es pequeño (270 litros), que puede incrementa­rse a 353 avanzando al máximo el asiento posterior.

El equipamien­to es importante para un auto chico, ya que incluye sensores de estacionam­iento adelante y atrás, control de velocidad de crucero, sensor de lluvia, paquete eléctrico completo, alarma volumétric­a y un buen equipo de audio con Bluetooth, puerto USB y entrada auxiliar. Sin embargo, elementos como las llantas de 16” ($ 3121), tapizados de cuero ($ 3857), navegador ($ 13.434) y techo solar ($ 6878) son opcionales.

El nuevo VW Fox es una opción muy atractiva. Eso sí, el precio es algo más alto que el de algunos rivales, pero sólo uno de éstos cuenta con control de estabilida­d como el Fox.

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La nación
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Fotos de la nación
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Consola estándar, con display pequeño

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