Repensar el CBC para que sea formativo
En los últimos días se dio un debate a partir de una nota publicada en la nacion, el 29 pasado, sobre la reforma del Ciclo Básico Común ( CBC) a raíz de un proyecto presentado por la agrupación La Mella, que preside la Federación Universitaria de Buenos Aires ( FUBA).
Paralelamente, la Universidad de Buenos Aires ( UBA) fue noticia por su grave crisis institucional luego de las renuncias del vicerrector Darío Richarte, debido a su vínculo con la ex SIDE, y del decano de la Facultad de Ciencias Económicas, José Luis Giusti, en medio de denuncias. Esta situación poco transparente mancha nuevamente a la universidad, por lo que proponemos una comisión investigadora independiente para que haya cuentas claras. Queremos defender a la universidad y la educación públicas. Por eso, ambos debates no son escindibles.
Hoy, el CBC cuenta con un índice de deserción superior al 50%. Sería necio negar este problema, por lo que queremos discutir propuestas que nos permitan arribar a una solución. Reflotar la dicotomía entre excelencia académica o masividad sólo nos aleja de una resolución de fondo. No proponemos “nivelar para abajo”, sino abordar con seriedad la problemática de la deserción.
El proyecto que presentamos se basa en tres pilares. En primer lu- gar, propone cambiar la correlatividad en bloque del CBC por una correlatividad por contenido. Esto significa que un estudiante no deberá esperar la aprobación de las seis materias del CBC para empezar la carrera. Buscamos que el alumno no encuentre trabas burocráticas, sino que el sistema sea regido por criterios académicos y pensar el CBC como una introducción a determinados contenidos y no como un filtro.
En segundo lugar, proponemos un programa de tutorías, en el que los alumnos avanzados – que sean remunerados– puedan dar apoyo a los estudiantes del CBC.
No podemos ignorar las desigualdades que se presentan en la educación media. Por eso, debemos pensar apoyos para aquellos que tengan dificultades y que, al no poder pagar clases particulares, quedarían afuera. De esa manera, se reforzaría la desigualdad.
Por último, entendemos que como las condiciones de cursado son centrales, dado que el 56% de los estudiantes somos trabajadores, proponemos la instalación de comedores universitarios, un boleto educativo y becas para garantizar el acceso y la permanencia.
Con estos puntos queda claro que evitar la deserción no es avanzar en una flexibilización de la educación, sino en repensar el CBC para que éste sea realmente formativo y brinde las herramientas para que nadie se quede fuera de la UBA.