El llanto luego de que Argentinos se salvara del descenso
El recuerdo de aquel 23 de junio de 2013 en Rosario provoca un cambio de tono en su voz. El potencial descenso de su Argentinos ante Newell’s y el rumor de su negociación con Independiente marcó una bisagra en su carrera de dirigente. “Fue un momento muy duro. Después de ese partido me encerré en un vestuario anexo de la cancha de Newell’s y lloré durante media hora; me saqué la mochila de mi vida de encima. Yo puedo ser considerado un mal o buen dirigente, pero creo que algo hice por la institución”, recuerda.