LA NACION

Messi espera a tevez o cristiano

Barça hizo valer el 3-0 de la ida en la derrota 3-2 ante Bayern; será la 4a definición europea para Leo, que tiene tres títulos y lidera el tridente con Suárez y Neymar, que ayer marcó dos

- Claudio Mauri

Barcelona cayó 3-2 en Munich, pero es finalista; hoy, Madrid contra Juventus

Barcelona no necesitaba visitar Munich para sentirse cerca de Berlín, sede de la final de la Liga de Campeones, el 6 junio. Ya había puesto un pie en la ciudad cuyo muro fue un símbolo geopolític­o mientras duró la Guerra Fría. La proximidad al estadio Olímpico de Berlín la tenía desde el 3-0 de la ida ante Bayern Munich, con dos goles de un Lionel Messi deslumbran­te, decisivo, imparable en un cuarto de hora final que quedará para el recuerdo eterno. Todo lo que no fuera la clasificac­ión de Barcelona en la revancha de ayer en el Allianz Arena hubiera sido considerad­o un nuevo milagro alemán. Que no se produjo, aunque sí hubo lugar para una despedida honrosa del equipo de Pep Guardiola, gracias a una victoria por 3 a 2 que los hinchas saludaron al final con una ovación que los jugadores retribuyer­on con una vuelta al campo de agredecimi­ento.

Messi espera rival, al que si habría que resumir en una individual­idad como contraste, estaría representa­do por Cristiano Ronaldo o Carlos Tevez. Para eso habrá que esperar lo que suceda hoy en el estadio Santiago Bernabéu, donde Juventus defenderá frente a Real Madrid el 2-1 de Turin. Con el portugués, Messi mantiene un duelo antológico, con un capítulo importante en la Liga de Campeones. El rosarino es el goleador histórico, con 77, uno más que Cristiano. Y en el actual certamen, la ventaja del argentino también es de un tanto (10 contra 9). Si el choque es contra Tevez, el prisma será mucho más argentino, con dos jugadores que días después estarán compartien­do el selecciona­do que irá a la Copa América de Chile.

En cuanto al encuentro de ayer, Barcelona se permitió la derrota menos dolorosa que podía sufrir, pero que de todas maneras no deja de ser un llamado de atención. Javier Mascherano se apuró en reconocer que no deben volver a incurrir en una relajación como la del segundo tiempo. La caída le puso fin a un invicto en la temporada de 18 partidos (17 triunfos –los últimos nueve, consecutiv­os– y un empate frente a Sevilla). No perdía desde el 21 de febrero, en un 0-1 ante Málaga.

Bayern creó el escenario que tanto necesitaba para darle vida a la eliminator­ia: un gol rápido. A los 6 minutos se puso en ventaja con un gol de cabeza de Benatia, que se desmarcó de Busquets y aprovechó el córner. El partido entró rápidament­e en combustión. Bayern intentó un rápido tránsito desde el medio con Lahm por la derecha, Xabi Alonso en el eje central, Thiago Alcántara y Schweinste­iger agitando el juego interior, y Müller buscando huecos entre los volantes y defensores rivales para llegar por sorpresa.

Barcelona atraviesa por el mejor momento de la temporada, y quizá también el más auspicioso desde que conquistó el título europeo en 2011. No se intimidó por el empuje alemán. En caso de urgencia o de peligro, tiene un tridente ofensivo demoledor que le soluciona los problemas. Messi, Luis Suárez y Neymar se encargaron en un cuarto de hora de apagar la ilusión de Bayern, de quitarle incertidum­bre a la resolución de la serie.

Dos goles de Neymar (llegó a 9 en el torneo), entre los 15 y los 28 minutos, que tuvieron una misma secuencia: habilitaci­ón de Messi a Luis Suárez y asistencia del uruguayo al brasileño.

Cuando terminó la primera etapa, camino a los vestuarios, Guardiola lo saludó y le dijo a Messi unas palabras que le arrancaron una sonrisa al ro- sarino. Luego, en la conferenci­a de prensa, el entrenador se deshizo en elogios hacia el argentino.

Luis Enrique empezó a cuidar piezas desde temprano. Para el segundo tiempo dejó en el vestuario a Suárez, reemplazad­o por Pedro. Aunque la clasificac­ión se había transforma­do en un quimera, Bayern no se entregó, buscó que la eliminació­n lo encontrara dando una imagen digna, sin refugiarse en las excusas de un potencial ofensivo muy disminuido por las ausencias de los lesionados Robben y Ribery, o por la endeblez de la defensa acentuada por las bajas de Alaba y Badstuber.

La entereza de Bayern, ante un rival que se dio por hecho, lo llevó a revertir el resultado y ganar con dos goles muy bonitos. El de Lewandowsk­i fue tras engañar a Mascherano con un quiebre de cintura. Müller puso el 3 a 2 con un remate junto a un poste. Para Barcelona, la importanci­a del partido pasaba por alargar la leyenda de Xavi, que al ingresar en el último cuarto de hora alcanzó el récord de 150 partidos por la Liga de Campeones.

Será la cuarta final para Barcelona en los últimos diez años. Ningún equipo consiguió tanto en una década (Manchester United y Bayern tienen tres). Un período luminoso que coincide con el brillo de Messi.

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 ??  ?? Las sonrisas de Neymar, Luis Suárez y Messi son la pesadilla de toda defensa; el brasileño hizo los dos goles tras las combinacio­nes del tridente dente
Las sonrisas de Neymar, Luis Suárez y Messi son la pesadilla de toda defensa; el brasileño hizo los dos goles tras las combinacio­nes del tridente dente
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Afp El saludo de Pep a Messi

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