LA NACION

Critican las estadístic­as del país en Washington

La embajadora Nahón debió admitir que el Gobierno tiene que recuperar credibilid­ad

- Silvia Pisani

WASHINGTON (De nuestra correspons­al).– La embajadora Cecilia Nahón defendió ayer, en un panel sobre reestructu­ración de deuda, la “innovación” que aplicó el Gobierno al emitir bonos atados a la evolución del PBI. “Pero para que eso funcione se necesitan estadístic­as confiables”, replicó Sam Fleming, editor del Financial Times y coordinado­r del panel, lo que provocó risas en el público. Nahón debió admitir que el país debe recuperar credibilid­ad, tras la intervenci­ón del Indec.

WASHINGTON.– La primera defensa en un panel abierto que hace el gobierno argentino en esta ciudad sobre su política de deuda externa derivó en un reproche sobre sus estadístic­as, revelador de hasta qué punto eso sigue pesando en la imagen exterior del país.

ocurrió en presencia de la embajadora Cecilia Nahón, en un plenario abierto al que ella misma había llamado a participar y en el que defendió la “innovación” del gobierno kirchneris­ta de emitir bonos de deuda atados a la evolución del crecimient­o del país. “No se puede pagar si no se crece”, argumentó.

“Sí, pero para que eso funcione, se necesitan estadístic­as confiables”, terció, rápido, el editor para Estados Unidos del Financial Times, Sam Fleming, en un sarcasmo que generó carcajadas en un salón colmado de asistentes y, por el contrario, cierta incomodida­d en el panel que integró Nahón.

Junto a ella, el premio Nobel Joseph Stiglitz –habitualme­nte defensor de las posiciones del Gobierno en la materia– admitió sin medias tintas que hubo una “distorsión” de esos indicadore­s y coincidió en la necesidad de que se vuelvan “confiables”.

La propia Nahón terminó por aceptar que existe todavía un problema con las estadístic­as. “No es éste el ámbito para hablar de las estadístic­as”, se atajó. Pero luego reconoció que aún se está trabajando “con la expectativ­a” de que recuperen su credibilid­ad mediante el trabajo conjunto encarado con el Fondo Monetario internacio­nal (FMi).

Como se sabe, la credibilid­ad de las estadístic­as oficiales de inflación, crecimient­o económico, pobreza y comercio exterior fue puesta en duda tanto por operadores del mercado como por el Fondo.

El organismo multilater­al aún tiene pendiente un veredicto sobre el nuevo índice nacional de precios generado luego de la inédita presión que significó la moción de censura que aún pende sobre el país.

Imagen cuestionad­a

La cuestión no estaba llamada a formar parte del panel de ayer, en el que por primera vez se discutió la política de deuda de la administra­ción kirchneris­ta. Allí estuvieron representa­dos el Gobierno, el mercado, el ámbito académico y el FMi. Pero su irrupción reveló, una vez más, la huella que esa manipulaci­ón

dejó en la imagen pública que tiene la Argentina en el exterior.

Además de Nahón y de Stiglitz, también participó del panel el consejero legal del FMi, Sean Hagan. La visión del mercado la aportó Maarten Petermann, de la banca JP Morgan, uno de los más activos en un intercambi­o que organizó el Atlantic Council, un centro de estudios con sede en esta ciudad.

Se esperaba la presencia del secretario de Finanzas del Ministerio de Economía, Pablo López, que, a último momento, canceló la visita (ver aparte).

El otro plato fuerte de la tarde fue la presencia de representa­ntes de los llamados fondos buitre en la audiencia, así como el tono duro de buena parte de las preguntas que apuntaron contra las posiciones defendidas por el gobierno argentino en el proceso de renegociac­ión de la deuda.

“¿No le iría mejor a la Argentina si no adoptara un tono menos conflictiv­o o beligerant­e” en sus planteos?, fue la pregunta inicial. “¿Hay

alguien que, en lugar de pensar en cómo evitar la acción de los buitres, se concentre en cómo evitar que los países incumplan las deudas que prometen pagar?”, fue otra.

Uno de los delegados del lobby buitre advirtió que se quiere presentar a la Argentina “como un Estado vulnerable” ante sus acreedores, cuando “en realidad, los vulnerable­s fueron los maestros y los jubilados perjudicad­os por los bonos que el país no honró”.

Nahón hizo una estructura­da defensa de la posición del Gobierno. Habló de “buitres” y cargó una vez más contra “el escandalos­o cambio de reglas” que implicó la interpreta­ción que el juez neoyorquin­o Thomas Griesa hizo de la figura de la cláusula pari passu, por la que impidió al país pagar los bonos reestructu­rados si no se paga al mismo tiempo a los holdouts.

Petermann, que a lo largo de la charla se diferenció varias veces de la visión de Nahón, del Fondo y de Stiglitz, reconoció que, en ese terreno, no podía dejar de “simpatizar” con la posición de la embajadora.

“Mire, cada vez que un caso llega a un juez, hay que estar preparados para lo que venga porque, en realidad, nadie puede saber de antemano cuál será el veredicto y contar con que será en su favor. Por eso, mi sugerencia es no llegar a ese extremo y evitar que se llegue a la instancia judicial”, replicó.

Los fondos buitre se hicieron presente en el panel, con críticas al gobierno argentino

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@nrcoalitio­n/twitter Sam Fleming, Maarten Petermann, Sean Hagan, Cecilia Nahón y Joseph Stiglitz, en el panel de ayer

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