LA NACION

De Narváez pidió una gran interna opositora en la provincia para frenar al kirchneris­mo

También propuso una PASO nacional; temor a que no se logre ganar con la boleta de Massa

- Marcelo Veneranda

En medio del delicado momento que atraviesa el Frente Renovador de Sergio Massa por la sucesión de desercione­s en sus filas, el diputado y precandida­to a la gobernació­n bonaerense de ese espacio Francisco de Narváez pidió que toda la oposición provincial se una en una interna para enfrentar al oficialism­o. “Si gana el kirchneris­mo en la provincia, es muy probable que [Daniel] Scioli vaya al gobierno y Cristina, al poder”, señaló.

De Narváez explicó el llamado a sus rivales por la fortaleza que el Frente para la Victoria viene demostrand­o en los sondeos y en las elecciones provincial­es donde se lo creía debilitado. Y colocó al territorio bonaerense como el fiel de la balanza donde se podría consolidar o revertir esa situación.

“Es en la provincia donde el kirchneris­mo se juega su continuida­d, y si allí tiene una derrota contundent­e, entonces será como dijo Máximo [Kirchner]: sanseacabó”, remarcó, con las palabras que el hijo de la Presidenta utilizó en el acto de Argentinos Juniors.

Siempre al tanto de las últimas encuestas, las palabras de De Narváez encienden alarmas en el massismo, por la otra verdad que desnudaría­n: que el diputado dejó de creer que puede ganar la provincia de la mano de Massa.

Pero, también, que si no hay unidad opositora, ninguna otra fuerza podrá con el kirchneris­mo. Tanto a nivel provincial como nacional. De Narváez teme, incluso, que el oficialism­o pueda retener la presidenci­a en primera vuelta.

El pedido de una interna opositora bonaerense pareció un déjà vu de la convocator­ia que el intendente de San Isidro, Gustavo Posse, comenzó a agitar a principios de año. Fue el preludio de su salida del Frente Renovador hacia Pro, donde todavía puja para ser aceptado.

Ayer, De Narváez negó en entrevista­s radiales cualquier interés o contacto con el jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, con quien parece compartir una enemistad a prueba de necesidade­s políticas. “Estamos con Sergio, es nuestro espacio”, agregaron en su entorno. En Pro se respira la misma certeza.

El problema para Massa es que detrás del pedido de De Narváez se esconda otro temor: que los números del tigrense caigan y, en las PASO, lo dejen lejos de Macri. De cara a la primera vuelta electoral, un Massa debilitado en las PASO podría sufrir frente a Pro la pérdida del “voto útil” antikirchn­erista.

Históricam­ente, el corte de boleta en la provincia es casi ínfimo. Por eso, una caída de Massa arrastrarí­a también al “Colorado”.

El planteo de De Narváez choca contra otro impediment­o: para hacer una gran PASO de la oposición bonaerense, Macri y Massa deberían acordar una alianza. De otro modo, el ganador de la interna provincial no podría pegar su boleta al vencedor de la nacional, si compiten por frentes separados.

Hasta hace un mes, Massa reclamaba esa gran interna. Ayer, durante una entrevista con la nacion, se mostró desinteres­ado en el tema (ver aparte). Sucede que pedirle a Macri unas PASO evidenciar­ía una situación de debilidad. Por eso quienes se encargan de la tarea son sus intendente­s más cercanos. “Si Macri nos gana fácil, ¿por qué no se anima?”, chicanean.

De Narváez se sumó a la empresa. “Pido también una PASO nacional”, dijo ayer, en una entrevista con Radio Continenta­l. “El 65 por ciento de los bonaerense­s no quiere que el kirchneris­mo continúe en el poder. Pero además de ganarle hay que gobernar, y entonces yo propongo un gobierno de coalición en la provincia, con un gabinete integrado por hombres y mujeres de las distintas fuerzas políticas”, continuó.

De Narváez también aludió a Darío Giustozzi, el diputado y precandida­to a gobernador que lo culpó de su salida del Frente Renovador. “Nos duele, nos perjudica, pero tampoco es el fin del mundo. El problema de Giustozzi es que no pudo afrontar las PASO”, cerró.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina