el encanto de the players, un show de los grandes
Muchos se preguntan si The Players, que terminó este fin de semana en Ponte Vedra, Florida, no debería ser un Major más. O incluso, si no tiene más jerarquía que alguno de los cuatro grandes. Es un certamen con una bolsa de 10 millones de dólares y, quizás, el field más exigente del PGA Tour. Los aficionados lo reconocen rápidamente por la cancha del Sawgrass, sede fija desde 1982 y su mítico hoyo isla del 17, responsable de tanta gloria y frustración.
El leaderboard parecía empalidecer lentamente el panorama, en contraste con los espléndidos días primaverales que tocaron. Pocos jugadores de renombre en los primeros planos (muchos se volvieron a sus casas el viernes a la tarde), un Rory McIlroy que se quedó en amagues de incomodar a los punteros y un Tiger que, es duro reconocerlo, se parece cada vez más a un jugador del montón.
Nadie imaginaba, antes de empezar la última jornada, que el desenlace ofrecería los condimentos de un show que mantuvo en alerta a millones de golfistas. Fueron no más de un par de horas, cuando apareció en escena Rickie Fowler, que cerró con birdie, águila, birdie, birdie y puso su nombre al tope del tablero, ejerciendo presión sobre un lote de jugadores, entre los que se destacaba Sergio García, campeón en 2008. Luego de un play off en el que las imponentes tribunas simulaban un gigantesco anfiteatro, donde se podía palpitar el drama de los tiros sobrevolando hazards, Fowler, con sus zapatos rosas, embocó de un metro y medio en el 17 para concretar su tercer birdie en el día en ese hoyo y llevarse la fama. Asimismo, Ángel Cabrera y Andrés Romero estuvieron muy lejos de lo esperado: el Pato confirmó que la cancha le sienta incómoda y el Pigu no repitió las buenas actuaciones que sí tuvo en el pasado.
Pero hay otro hecho particular que dejó The Players. La última salida estuvo conformada por dos jugadores que hasta no hace mucho transitaban por el web.com: Kevin Kisner y Chris Kirk. Ambos eran punteros el domingo a la mañana; esto es una prueba de que los campeonatos del PGA Tour Latinoamérica, escala previa al Web.com y entre los que se encuentra el VISA Open de Argentina, le ofrecen hoy al golf rentado nacional un ventajoso camino. Tal vez, muchos vean en este ejemplo la concreta posibilidad de soñar con algo muy grande.
De vuelta en nuestro país, la actualidad de los amateurs se mudó a Tucumán. En el Jockey Club de esa ciudad se disputó el Campeonato Abierto del Norte para Aficionados. El podio fue todo cordobés y el que se llevó la victoria fue Andrés Schonbaum (h.), con un score de 271 (-13). El jugador de Alta Gracia Golf Club superó por dos golpes a Matías Simaski y Matías Lescano, de Lomas de la Carolina y La Cumbre GC, respectivamente. Así, Schonbaum repite la gesta de su padre en 1983, cuando el entonces ganador entre los profesionales fue Roberto De Vicenzo.
Mientras tanto, las damas tuvieron el 7º Torneo del Ranking en el Highland Park CC. Ela Belén Anacona, del Maschwitz GC, con una gran vuelta de 69 golpes el último día, se tomó revancha de lo sucedido hace unas semanas en el Torneo Nacional M15 disputado en Junín y venció a Agustina Zeballos, de Abril Club de Campo.