Patas arriba, de Berlín a La Serena
Gerardo Martino es un formador de reflexiones. Y elige no esconderse en una mullida posición para convivir sin tormentos con su conciencia. Él es el dueño de un furioso veredicto sobre la planificación del fútbol por este rincón del planeta: “Me parece un espanto cómo se organizan los torneos en la Argentina y en Sudamérica. Me parece muy improvisado, por eso digo que todo es desastroso en la Argentina
y Sudamérica”, alertó el entrenador rosarino cuando conducía a Newell’s. Implacable. Y le asiste la razón porque no existe prolijidad y crujen las estructuras.
La superposición de calendarios desatinados envenena a Martino. Ayer y hoy. El último amistoso de la selección rumbo a la Copa América será el 6 de junio ante Bolivia, en San Juan…, el mismo día que Barcelona, con Messi y Mascherano, definirán la Champions en Berlín ante Juventus, con Tevez y Pereyra. Cinco días después comenzará el torneo en Chile. Martino recién se encontrará con los cuatro directamente en La Serena.
Dunga también recibirá sobre la marcha a Neymar y Rafinha, y Sampaoli a Arturo Vidal. Sin descanso ni preparación, máquinas obligadas a cambiar el chip. ¿ La UEFA no tuvo en cuenta el comienzo de la Copa América? ¿ La Conmebol no protegió su joya atrasando al menos una semana el estreno del certamen? Los desajustes se suceden. Sudamérica arrastra una larga experiencia autodestructiva en materia de regulación futbolística. Fechas que se enciman, clasificaciones desfasadas temporalmente, copas que nacen con certificado de defunción como la Supercopa y la Mercosur, dos torneos comprimidos por semestre en lugar de simultáneos como la Champions y la UEFA League de agosto a mayo…
No está Julio Grondona. Tampoco Nicolás Leoz. Lo llamativo es que nadie piensa en un mejor ordenamiento.. Ya la 7ma y la 8va fecha del largo y distorsionado torneo argentino no se detuvieron durante la última gira de la selección por los Estados Unidos. Al menos, el segundo semestre del año promete algún gesto de madurez dirigencial porque las cuatro primeras fechas de las eliminatorias paralizarán el certamen. Es cuestión de observar hacia Europa, que entre las ligas y las copas nacionales, más el abanico de torneos continentales, igual diagrama con criterio las ventanas para las selecciones.
El año próximo se jugará en Francia la Eurocopa del 10 de junio al 10 de julio. Y la final de la Champions está prevista para mediados de mayo, en Milan. Habrá un paréntesis, eso es previsión. Acá, en el confín del mundo, por tercer año consecutivo, la Libertadores se interrumpirá entre los 4tos de final y las semifinales, desnaturalizando su competitividad. En 2013 quedó atravesada por la Copa de las Confederaciones, un año después llegó el Mundial de Brasil y ahora la Copa América. ¿ Habrán aprendido, ya que en 2016 se disputará en los EE. UU. la Copa América del Centenario? Imaginarse la respuesta remueve el pesimismo.