El nuevo gobierno de Uruguay ya elevó un listado de quejas y reclamos a la Argentina
frente externo. Tabaré Vázquez exige explicaciones por el dragado, Atucha III y el comercio
Aquellos que apostaron a que el nuevo presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, iba a “hacer la plancha” con la Argentina hasta que Cristina Kirchner termine su mandato se equivocaron. En lugar del bajo perfil, el flamante gobierno uruguayo decidió lanzar una catarata de reclamos que viene acumulando Montevideo con Buenos Aires desde hace mucho tiempo.
Si el ex presidente José “Pepe” Mujica evitó la confrontación permanente con la Argentina por su carácter campechano y sus simpatías con Buenos Aires, Tabaré Vázquez está dispuesto a dar una vuelta de página en las relaciones bilaterales. Así quedó demostrado en un acta que suscribió el nuevo gobierno uruguayo con dirigentes de varios partidos políticos, empresarios y sindicalistas uruguayos, cuyo contenido prevé un amplio listado de quejas y pedidos a la administración de Cristina Kirchner.
Fuentes confiables de Uruguay y de la Cancillería confirmaron ayer a la nacion la existencia de un documento que elevó Tabaré Vázquez con varios temas en carpeta a solucionar, con la idea de apaci- guar la conflictiva relación de Uruguay y la Argentina. El texto, que ya fue girado a Buenos Aires para su análisis, contempla, entre otros, los siguientes puntos: el reclamo de Montevideo por las obras de dragado en el río Uruguay, las quejas de empresarios por las trabas a las exportaciones de productos a la Argentina y el eventual impacto ambiental en la construcción de la central nuclear Atucha III, situada en las cercanías de Campana.
El canciller de Uruguay, Rodolfo Nin Novoa, dijo que su cartera envió un listado de preguntas a la Argentina, de las que no obtuvo respuestas “todavía”. No entró en detalles sobre a qué preguntas hacía referencia. Sólo se detuvo en un punto: “La Cancillería ya envió algunas preguntas en el marco de los acuerdos sobre energía atómica que hay y no hemos recibido respuesta todavía sobre la planta Atucha III”, dijo.
Por su parte, el senador opositor Ope Pasquet (Partido Colorado) coincidió con el gobierno de Vázquez sobre pedir información a la Argentina acerca de la manera en que “se va a hacer Atucha III y qué seguridades hay, por cualquier problema que haya y eventualmente repercuta en nuestro país”. La mayor preocupación del gobierno y la oposición de Uruguay es que la Argentina acordó con China la construcción de Atucha III con tecnología Candú y temen por el impacto ambiental.
Pero en el listado de temas críticos que Uruguay planteó a Buenos Aires también figura la decisión unilateral del Gobierno de realizar un dragado paralelo en el canal Magdalena, ya que esto le podría quitar flujo comercial que viene de Paraguay y de Bolivia al puerto de Montevideo. En su momento, el gobierno de Mujica se quejó por este tema, pero ahora Tabaré Vázquez quiere reforzar las quejas ante un inminente llamado a licitación para ese dragado, que pondría en jaque la economía de los puertos uruguayos.
También el tema de las trabas comerciales que impuso Cristina Kirchner en los últimos años a los empresarios de Uruguay es eje del listado de temas que elevó el gobierno de Tabaré Vázquez.
El nuevo embajador de Uruguay en la Argentina, Héctor Lescano, se meterá de lleno la semana que viene conla agenda bilateral. Porlo pronto, ya adelantó que no está prevista aún una reunión entre los presidentes Tabaré Vázquez y Cristina Kirchner. “No se habló de una reunión; personalmente diría: «Ojalá que pueda existir». Tengo entendido que no está prevista y, en todo caso, no está en la agenda”, afirmó Lescano.
La semana pasada estuvieron reunidos en Buenos Aires los cancilleres Nin Novoa y Héctor Timerman, analizando temas de la agenda bilateral. “No se pueden ocultar las dificultades”, explicó Lescano luego de ese encuentro. Además, el embajador de Uruguay adelantó que Montevideo tendrá una posición más “proactiva”. El listado de preguntas y quejas que elevaron es una muestra de esa actitud.