Castagnetto se sumó a las bajas en el FPV y ahora presionan a Espinoza e Insaurralde
Junto con Bossio desistió de competir por la gobernación; se busca despejar la interna
Después de la intempestiva salida de Diego Bossio de la grilla de candidatos del oficialismo para la gobernación bonaerense, la duda se extendió a dos pesos pesados: Martín Insaurralde y Fernando Espinoza, ambos en la mira de la Casa Rosada.
Ayer se bajó, como era previsible, Carlos Castagnetto, mano derecha de Alicia Kirchner en el Ministerio de Desarrollo Social, una candidatura testimonial que nunca despegó. No fue necesario, esta vez, una llamada de Cristina Kirchner, como sí sucedió con el titular de la Anses para la provincia y con el gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri, que anteayer también anunció que abandonaba la carrera presidencial. Los dos lo hicieron después de hablar con la Presidenta.
Para Castagnetto, no hubo una carta de despedida. “Creo profundamente que el candidato es el proyecto y retiro mi candidatura como gobernador para seguir aportando con el compromiso, el amor y la alegría del trabajo cotidiano en la profundización de políticas que brindan felicidad a nuestro pueblo”, tuiteó. La salida de Bossio, especulaban los candidatos, ordenó por sí sola la interna. Quienes quedaron en el foco de la tormenta son Insaurralde y Espinoza, que tienen el explícito apoyo de Daniel Scioli. Desde el Gobierno, ya les hicieron llegar el mensaje de que los necesitan para que garanticen un holgado triunfo en sus respectivos distritos y promueven que dejen sus aspiraciones para la gobernación para concentrarse cada uno en lo suyo.
En la Casa Rosada, dan por hecho que a Insaurralde no lo integrarán como candidato. Pero ningún funcionario se anima a descartar al matancero, que resiste la presión. Ayer ratificó que él no se baja. “Estamos dialogando entre todos y vamos a ofrecer las dos o tres mejores fórmulas. Yo pienso estar entre uno de ésos porque nos venimos preparando hace mucho”, sostuvo, y anticipó que a más tardar a fin de mes estaría resuelta la grilla provincial.
Espinoza resiste con el argumento de que el arrastre de votos se da igual, con él o con su heredera, la diputada nacional Verónica Magario. Pone como ejemplo las elecciones de 2007, cuando su antecesor, Alberto Ballestrini, fue compañero de fórmula de Scioli y él –por entonces un desconocido– ganó en el municipio con el 52 por ciento de los votos. Espinoza tiene el apoyo de Scioli y especula con el aval de los intendentes. Cada semana hace actos en un municipio. Hoy estará en Lanús apoyando a Darío Díaz Pérez, que competirá en la primaria local con el secretario de Justicia, Julián Álvarez, integrante de La Cámpora.
Del lado de Insaurralde, mantienen la incógnita y se llamaron a silencio. “Faltan 40 días para el cierre de lista. Él tiene voluntad de participar”, argumentaron a su lado. Sciolista, su campaña está algo encerrada. Desde que dejó la banca de diputado nacional en diciembre pasado se concentró solo en Lomas de Zamora con actividades basadas sólo en la gestión municipal. Desde ya, tiene la resistencia del núcleo duro kirchnerista que lo castigó fuerte tras sus vaivenes con Sergio Massa. Su mayor sostén, al igual que Espinoza, es Scioli.
Por esa relación con el gobernador es que se acercó a él el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, el más firme hoy entre los candidatos. El funcionario no oculta su relación con Scioli, con quien incluso está armando una interna en Quilmes con su propio postulante, Daniel Gurzi, contra el actual intendente Francisco “Barba” Gutiérrez.
Tras la baja de Bossio, la cuestión parece cerrarse en unos pocos. Aníbal y Julián Domínguez son los dos que podrían encabezar fórmulas. Ambos dejaron la pelea nacional para dedicarse a la provincia.
otro que ratificó su postulación fue Sergio Berni. Anoche estuvo en la Casa Rosada reunido con Cristina, pero, según dijo, no hablaron de temas electorales. “Soy un laburante de pico y pala”, se excusó. También pasó por Balcarce 50 Gabriel Mariotto, que casi no hizo campaña y avisa que, en rigor, él nunca se puso en la grilla para suceder a Scioli.
Quien hasta ayer no había recibido ninguna señal para abandonar el ring era el intendente de Berazategui, Patricio Mussi. otra situación es la de Martín Sabbatella, que no quiere aparecer como candidato, pero en la Casa Rosada creen que debería haber en la oferta electoral una opción más progresista que sume a distintos sectores políticos.