LA NACION

Trigo: advierten que sólo sin retencione­s no se perderá plata

Comenzada la campaña, destacan que se deben obtener altos rindes para lograr resultados positivos; Federación Agraria protestará con asambleas

- Fernando Bertello LA NACIoN

Los números para producir trigo, cuya siembra está comenzando, dan en rojo y sólo con una eliminació­n de las retencione­s se amortiguar­ía la pérdida.

A nivel nacional, el rinde promedio más alto del cereal en los últimos ocho años fue de 3503 kilos por hectárea. Se dio en el ciclo 2010/2011. Sin embargo, aun si volviera a repetirse ese rinde promedio, para la actual campaña el productor perdería plata, incluso en campo propio. Según un informe del productor Néstor Roulet, en la pampa húmeda la pérdida en campo propio sería de US$ 148,95 por hectárea. En tanto, treparía a US$ 250,16 por hectárea en un campo alquilado.

Estos quebrantos obedecen a la caída del precio internacio­nal, mientras el Gobierno mantiene vigentes los derechos de exportació­n. Hace un año, cuando los productore­s decidían la siembra de trigo, la posición de ingreso de la nueva cosecha valía US$ 205 la tonelada. Ahora ronda los 144 dólares.

En paralelo, las retencione­s están clavadas en una tasa de 23 por ciento. Con el rinde considerad­o en el informe, van a parar al Estado por los derechos de exportació­n US$ 156,22 por hectárea. Curiosamen­te, es casi lo que perderá el productor en campo propio. De hecho, sumando a las retencione­s otros impuestos, desde el cheque a Bienes Personales, el Gobierno se llevará de una hectárea de trigo 257,16 dólares.

En el contexto actual, de baja del precio y retencione­s sin cambio, el productor en campo propio necesitará cosechar 4380 kilos por hectárea para no perder plata (rinde de indiferenc­ia). El año pasado requería al menos 3800 kilos, según Roulet. En el caso del campo alquilado hace falta obtener 5000 kilos para que los números no den en rojo.

“Perdimos precio y hoy sólo sin retencione­s el productor podría tener un beneficio para su inversión, porque los números ya no dan ni en campo propio”, explicó Roulet.

Si se eliminaran las retencione­s, el rinde de indiferenc­ia de 4380 kilos en campo propio caería a 3372 kilos por hectárea. Este rinde requerido es inferior al mejor rendimient­o promedio de los últimos ocho años, lo cual alivia el quebranto.

Incertidum­bre y protestas

Los productore­s están paralizado­s sobre los pasos a seguir respecto de la siembra que, según diversas estimacion­es, caerá al menos 10% respecto del ciclo pasado. “Hay una gran incertidum­bre, por eso no hay definicion­es de siembra para trigo”, opinó Pablo Bressa, asesor del Consorcio Regional de Experiment­ación Agrícola (CREA) General Arenales, provincia de Buenos Aires.

En el sudoeste bonaerense, una de las típicas regiones trigueras, la siembra podría registrar una caída de entre 15 y 20 por ciento, según alertan en la Bolsa de Cereales y Productos de Bahía Blanca. Allí se suman a los problemas actuales las dificultad­es para vender el cereal del ciclo pasado. “En la zona el problema continúa siendo financiero y de rentabilid­ad si no hay cambios de fondo en la política triguera. Vender trigo para encarar la nueva siembra no es rentable. Una vía es financiar la campaña, pero no todos los productore­s cuentan con la financiaci­ón bancaria o de proveedore­s para costear la siembra y lo que viene luego, como la fertilizac­ión, el control de malezas”, evaluó Iván Ullmann, analista de la entidad.

Los productore­s se quejan de que los compradore­s les ofrecen descuentos de $ 500 por tonelada por el cereal de la cosecha pasada. Ayer, el Comité de Acción Gremial de Federación Agraria Argentina (FAA) analizó esta situación y pidió medidas mientras anunció asambleas por el cereal. Mañana habrá una reunión en General Pico, La Pampa, y la próxima semana se hará otra en el sur de Santa Fe.

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