Valente. “Pensé en algo para mejorar la vida”
A los 35 años, el economista ideó un kit que permite convertir un auto naftero en uno híbrido; el equipo costará 1500 dólares y prevé que estará a la venta el año que viene
La historia comenzó a tejerse el año pasado, cuando Leonardo Valente, un economista de 35 años, ganó el concurso ImpacTec2 por su desarrollo “Social Pos”, una plataforma de inclusión que permite a los comerciantes barriales participar de los beneficios del sistema de tarjetas sociales. El premio fue una beca que lo llevó a Singularity University, ubicada en el campus de la NASA, en Silicon Valley, y que potencia las ideas vinculadas a la innovación.
“Para graduarnos teníamos que concretar un proyecto que mejorara la vida de un millón de personas y se nos planteaba trabajar en el área de energía y medio ambiente. Pensamos que desarrollar un kit para convertir los autos en híbridos podría ser una gran solución, sobre todo para países en desarrollo donde no existe una penetración masiva de autos eléctricos”, explica.
Valente trabajó junto a un equipo compuesto por Christian Henríquez (Chile) y Javier Rincón (México).
El prototipo fue realizado con un Hyundai Accent 2004 que intervinieron para hacer las pruebas. Cuando todo estuvo listo, el auto logró desplazarse y recargar sus baterías con la energía del frenado.
Con esta idea, Valente ya logró pasar a la final de la Challenge Cup de Startups, que se disputará en Washington por un premio de 650.000 dólares. “Lo que empezó como una locura hoy es una realidad”, dice. –Una vez que el auto es modificado, ¿cómo funciona?
–Se trata de un auto normal que cuenta con tracción eléctrica en las ruedas traseras. Es un híbrido de primera generación. Es decir, no se conecta a la red eléctrica. Sólo aprovecha la energía del frenado y la circulación para cargar su batería, gracias al motor eléctrico. Al arrancar, nuevamente, en lugar de utilizar la fuerza del motor de nafta, usa la del motor eléctrico. –En la ciudad de Buenos Aires, como en muchas, no existe la posibilidad de conectar los autos a la energía eléctrica. –Uno de los problemas que detectamos es la falta de redes de infraestructura. Al mismo tiempo, las empresas no quieren hacer muchos autos híbridos porque sigue siendo negocio fabricar automóviles tradicionales. Además, los costos de los híbridos son más elevados si se los compara con los nafteros. –¿Cuánto sale un kit para transformar el auto?
–El prototipo costó 7000 dólares, pero esperamos lograr que la versión comercial cueste entre 1500 y
2000. Hoy, el automóvil híbrido más barato en la Argentina vale, aproximadamente, 70.000 dólares. –¿Tienen algún proyecto para lanzar el kit de conversión acá?
–Sí. Hay un acuerdo con el gobierno de la ciudad para implementar nuestro sistema en un vehículo de la flota del gobierno. Esto creo que representa un gesto positivo dentro de las políticas ambientales. Además estamos trabajando con cuatro prototipos con diferentes gobiernos y empresas. Queremos que el año que viene ya pueda estar disponible comercialmente. Así se pueda instalar en un taller a un precio que ronde los $ 1500, algo similar a lo que vale un equipo de GNC de calidad, pero con una tecnología que permite un ahorro del 30% en combustible y reduzca un 35% en emisiones, sin tocar un motor.