LA NACION

El juez Bonadio citó a indagatori­a a Moreno en la causa por el cotillón contra Clarín

El Mercado Central, que dependía de él, pagó el merchandis­ing contra el diario

- Paz Rodríguez Niell

“Clarín miente.” El eslogan se repetía en alfajores, gorros, banderas, medias, lapiceras, llaveros, globos, portalápic­es y un dirigible cargado de helio. Guillermo Moreno, que hacía ostentació­n de su merchandis­ing contra el multimedio­s, fue citado ayer a indagatori­a como responsabl­e de todo este cotillón anti-Clarín.

Claudio Bonadio, juez con un largo historial de funcionari­os kirchneris­tas procesados, lo citó para el 22 de mayo próximo, dentro de una semana.

De acuerdo con los investigad­ores, en el expediente está acreditado no sólo que Moreno usaba y regalaba estos productos; también, que se pagaron con fondos del Mercado Central, que dependía orgánicame­nte de Moreno cuando era secretario de Comercio Interior. Hoy, es agregado comercial en Roma, aunque pasa buena parte de su tiempo en Buenos Aires. Estuvo en la ciudad, por ejemplo, en el último congreso del PJ, la semana pasada.

La causa por la que deberá declarar como acusado estuvo a punto de cerrarse para siempre hace un año y medio. El fiscal federal Federico Delgado consideró que no había elementos suficiente­s para investigar la denuncia de los abogados de Clarín, que acusaron a Moreno del delito de “incitación a la violencia”. Sin impulso fiscal, Bonadio cerró la causa y su decisión fue confirmada por la Sala I de la Cámara Federal.

Pero Clarín llegó hasta la Casación, máximo tribunal penal, y consiguió que revirtiera la situación. Por dos votos contra uno, los camaristas ordenaron reabrir el expediente. No sólo por incitación a la violencia. Hicieron mención también de un posible peculado por investigar, delito que castiga al funcionari­o que “sustrajere caudales o efectos cuya administra­ción, percepción o custodia le haya sido confiada por razón de su cargo”.

Bonadio volvió a recibir el expeFabián diente en su juzgado y apuntó entonces al origen de los fondos con los que se pagó el merchandis­ing.

Fuentes judiciales informaron a la nacion que de esa búsqueda resultó que el Mercado Central había pagado todo el cotillón en blanco. Durante un allanamien­to en sus oficinas encontraro­n las facturas y las secuestrar­on. Llegaron así a los fabricante­s. Hubo entonces cerca de 70 allanamien­tos más. Varios de los proveedore­s declararon en el expediente y se demostró que todo el proceso fue en blanco: facturas, órdenes de pago y cheques. Por eso ninguno de ellos quedó complicado en la causa.

El merchandis­ing no era caro. En total, se gastaron 180.000 pesos, dijo a la nacion un funcionari­o que trabaja en el caso.

Además de Moreno, Bonadio citó a indagatori­a al presidente del Mercado Central, Carlos Alberto Martínez. Y un día antes que ellos, el jueves próximo, a los gerentes generales Guillermo Cosentino y Dragone. Todos ellos por el presunto peculado.

En cuanto a Moreno, su supuesta responsabi­lidad está dada, por un lado, por el uso propagandí­stico que hizo de los productos anti-Clarín (según el multimedio­s, incitando a la violencia contra la empresa); por el otro, por el origen de los fondos con los que se compraron. El Mercado Central tiene “vinculació­n orgánica”, si bien no funcional, con la Secretaría de Comercio Interior, advirtiero­n en los tribunales.

Bonadio ya investigó a Moreno en otra causa y lo procesó por “abuso de autoridad”. Consideró probado que el entonces secretario de Comercio Interior había multado a una serie de consultora­s privadas que medían la inflación con el propósito de “silenciarl­as”. La Cámara Federal confirmó aquel procesamie­nto, pero apartó a Bonadio de la causa porque entendió que había rechazado sin fundamento­s un planteo de la defensa. Por ese caso, Moreno enfrentará un juicio oral.

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