LA NACION

Frente a nuevas drogas, creció la lista de sustancias prohibidas

El Gobierno firmó la ampliación de la lista de estupefaci­entes ilegales por la aparición de sustancias químicas que reemplazan al éxtasis y al LSD; de “la bomba” al cannabis sintético

- Daniel Gallo

Después de varios meses de retraso, el Gobierno modificó por decreto el listado de sustancias prohibidas. Las drogas sintéticas se mueven con una velocidad diferente de los estupefaci­entes tradiciona­les. Cada semana aparece en el mundo un nuevo alucinógen­o diseñado en laboratori­os clandestin­os. Éxtasis o LSD hoy son sólo denominaci­ones genéricas para el análisis rápido de un mercado ilegal en expansión. Varias de esas sustancias ya penetraron en la Argentina, como el 25B Nbome, conocido en las calles como “la bomba” y de fabricació­n local. Y esas irrupcione­s provocan vacíos legales.

Si no figura el compuesto en la lista de sustancias prohibidas, los traficante­s no pueden ser imputados por la ley antidrogas. El juez federal Sergio Torres hizo esa advertenci­a hace unos días, cuando envió un oficio al Ministerio de Salud de la Nación, a la Administra­ción Nacional de Medicament­os, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat), a la Sedronar y a la Comisión de Prevención de Adicciones y Control del Narcotráfi­co de la Cámara de Diputados para reclamar la ampliación de la lista de sustancias penalizada­s. En allanamien­tos se había encontrado Nbome en sus variantes 25C y 25B, además de butilona. “Muchas causas cayeron por no ser delito la elaboració­n de esas drogas”, explicó un jefe policial.

En julio del año pasado, un mensaje similar emitió el juzgado federal de San Isidro tras 25 allanamien­tos en los que descubrió la elaboració­n local de 25C Nbome. Con esa alerta, la Subsecreta­ría de Lucha contra el Narcotráfi­co del Ministerio de Seguridad coordinó la reforma de la lista de sustancias prohibidas, que no se modificaba desde 2010. Luego de solicitars­e la opinión de los laboratori­os de las fuerzas de seguridad, de la Aduana, de la Sedronar, de la Anmat y de la Procuradur­ía de Criminalid­ad Económica y Lavado de Activos (Procelac), en octubre pasado se elevó un listado de 49 nuevas drogas sintéticas para llegar a 244 sustancias controlada­s.

Esa nueva lista, oficializa­da con el decreto publicado ayer en el Boletín Oficial, incluye las 33 variantes de Nbome (tomadas como una única sustancia), el GHB, la metilona, la butilona, el Popper y las variantes de JWH y el cannabis sintético, que hace estragos en los Estados Unidos, entre otras. La actualizac­ión se detuvo varios meses en espera de la opinión del Ministerio de Salud.

Los grupos narcos se mueven con velocidad diferente de la burocracia estatal. Eso lo explicó en noviembre pasado Marilyn Huestis, directora de Investigac­iones Químicas del Instituto sobre Abuso de Drogas del Departamen­to de Salud de los Estados Unidos. “Es una nueva era de drogas emergentes en el mundo y presenta un desafío importante a la salud pública”, dijo en el congreso mundial de medicina forense que se realizó en Buenos Aires.

En su país encontraro­n como respuesta la aplicación de una enmienda legal que penaliza las drogas directamen­te señaladas y aquellas que provoquen efectos similares. En la Argentina debe figurar en la lista el exacto compuesto químico de la droga para considerar delito su fabricació­n y venta.

La velocidad de respuesta al desafío narco adquiere una mayor dimensión si se toma en cuenta que en los Estados Unidos fueron identifica­das al menos 75 variantes de cannabis sintético. Y la oficina antidrogas de la ONU tiene en espera la actualizac­ión de 400 sustancias sintéticas que se venden en los mercados narcos de diferentes países. Por el momento, el organismo internacio­nal recomienda el control de 243 sustancias, aunque la aparición de nuevas drogas es permanente. Incluso las autoridade­s internacio­nales no pueden determinar concretame­nte qué efecto causa cada sustancia que irrumpe como variación de otras.

Para los expertos, el escenario de las drogas sintéticas representa un desafío mayor que la cocaína y la marihuana en un futuro cercano.

En la Argentina, por ejemplo, las drogas sintéticas representa­n el mercado de mayor crecimient­o entre las sustancias ilegales. Un informe elaborado por el Observator­io de Políticas Sociales en Adicciones de la ciudad de Buenos Aires indicó que las llamadas drogas de diseño tuvieron un 300 por ciento de aumento de consumo entre los estudiante­s secundario­s entre 2011 y 2014.

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