Margarita Stolbizer.
“La UCR baja sus principios por dos cargos”
Desconfianza. Los mayoría de los precandidatos presidenciales presumen que detrás de la intención de un debate legalizado impulsado ayer por Aníbal Fernández se esconde la voluntad de condicionar la interna del kirchnerismo.
Por un lado, los presidenciables coinciden en que un debate antes de las PASO abriría una puerta a Florencio Randazzo, el precandidato más cercano a la Casa Rosada, para equilibrar la ventaja de Daniel Scioli en una discusión que, si sostiene la inercia de la campaña, promete ser más agresiva que amistosa. Por otro lado, la obligatoriedad del debate condicionaría al gobernador bonaerense, uno de los pocos precandidatos que evitaron pronunciarse sobre el tema.
La iglesia también sumó presión sobre el debate. El presidente de la Pastoral Social del Episcopado, Jorge Lozano, reveló ayer que durante los encuentros que mantuvo en las últimas semanas, Scioli, Mauricio Macri y Sergio Massa se comprometieron de palabra a realizar el debate.
“Esto tiene olor a una interna kirchnerista. Si estuvieron 12 años en el gobierno, ¿por qué se acordaron ahora de impulsar una ley?”, cuestionó un vocero de Macri. Desde Pro ratificaron la intención de debatir, aunque relativizaron los efectos de una norma.
“Mauricio siempre debatió. Es una decisión. A nosotros no nos hace falta una ley”, afirmaron, pero aclararon que no contemplan un debate en las PASO. Y recordaron que en las elecciones porteñas de 2011 el candidato kirchnerista Daniel Filmus dejó la silla vacía.
“Esto es para jorobarlo a Scioli, es la única interpretación que le encuentro, porque lo pone en un brete. Sabemos que es el único que no está seguro de presentarse a debatir”, dijo con una sonrisa irónica Margarita Stolbizer.
La precandidata presidencial del Frente Progresista anticipó que apoyará que el evento sea obligatorio por ley. “Es necesario que la apruebe el Congreso porque si no, no se va a hacer, como sucedió hasta ahora. Aunque no estamos de acuerdo con que la discusión contemple las PASO, vamos a apoyar la iniciativa”, sostuvo.
Desde el sciolismo evitaron las especulaciones en torno del debate. “Falta mucho. Todavía ni lo hablamos con Daniel”, justificó un vocero del gobernador bonaerense.
En la misma línea que su rival en la interna kirchnerista, el ministro Randazzo directamente evitó responder la consulta de este medio sobre un supuesto debate con Scioli.
Aceptan el debate
Massa anticipó que no le importan las condiciones. “Voy a debatir cuando quieran, donde quieran y con las reglas que quieran. Se acaba el tiempo del marketing y los globitos. Se viene el tiempo de decirle a la gente qué vamos a hacer y con qué equipos”, dijo el precandidato del Frente Renovador a la nacion. Y desde su entorno recordaron que firmó dos compromisos para debatir “cuando medía 30 puntos en las encuestas”.
Jorge Altamira, precandidato del Frente de izquierda, considera que “es sospechoso que una medida democrática sea impulsada por Aníbal Fernández”. Aclaró que no apoyará la medida hasta no conocer el proyecto. “Detrás de esta propuesta está la interna del peronismo. A lo mejor buscan promocionar a Randazzo en un debate frente a Scioli”, especuló.