El Picasso récord es de un jeque
No podrá exhibirse en público por incluir un desnudo
Se trata de Hamad ben Yasem ben Yaber Al Zani, el ex primer ministro de Qatar.
NUEVA YORK.– Se terminó el misterio sobre el comprador de Las mujeres de Argel, de Pablo Picasso, en la subasta de Christie’s Nueva York del 11 del actual. El jeque Hamad ben Yasem ben Yaber Al Zani, ex primer ministro y ex canciller de Qatar, fue identificado como quien adquirió la obra del artista malagueño por 179,36 millones de dólares y se convirtió en el propietario de la obra de arte más cara de la historia vendida en un remate.
La información fue difundida ayer por el diario The New York Post, que anticipó que es probable que el cuadro de Picasso no sea nunca expuesto en público en Qatar porque, aunque se trata de una obra cubista, aparece una mujer desnuda.
El nuevo propietario del Picasso más caro del mundo nació en Doha en 1950, y como canciller de su país ha efectuado gestiones ante líderes mundiales en favor de Amigos de Siria, el ejército libre y opositor al presidente Bashar al-Assad.
Qatar tiene cada vez más presencia decisiva en el mercado mundial del arte. Distintos magnates de ese Estado petrolero han adquirido las obras más caras en subastas.
En 2012, la Casa Real de Qatar adquirió en 250 millones de dólares Los jugadores de cartas, de Paul Cézanne. En 2013, la jequesa Mayasa ben Hamad Al Zani, hermana del emir de Qatar Hamad ben Jalifa Al-Thani, compró Tres estudios de Lucian Freud, de Francis Bacon, por un valor de 142,4 millones de dólares.
Fuera del circuito de los remates, un coleccionista privado del mismo Estado qatarí adquirió Nafea faa Ipoipo (¿Cuándo te casarás?), de Paul Gauguin, en 300 millones de dólares.
Este óleo fue realizado en la primera estancia del artista francés en Tahití y está considerado el cuadro más caro jamás vendido. No ha trascendido el nombre de quien lo adquirió.
Durante la subasta, el jeque qatarí estuvo representado por el director del departamento de arte contemporáneo de Christie’s, Brett Gorvy. La pelea por la obra de Picasso fue seguida por el ex ministro por teléfono, aunque en la sala se mantenía su anonimato, y fue dándole autorización a Gorvy para subir el valor para poder quedarse con la obra.
Las mujeres de Argel integra la serie de 15 cuadros con los que Picasso revisó en clave cubista el cuadro del mismo título del artista francés Eugène Delacroix, que llegó a obsesionarlo y en el que creía ver a la última de sus mujeres, Jacquelin Roque.