LA NACION

Cuba y EE.UU., cada vez más cerca

Ya cerca de allanar el camino a la normalizac­ión de relaciones, las delegacion­es de ambos países abrieron la cuarta ronda de diálogo; Obama tiene la intención de visitar La Habana antes de 2017

- Silvia Pisani CORRESPONS­AL EN EE.UU.

La reunión bilateral avanza hacia el restableci­miento de las relaciones entre ambos países.

WASHINGTON.– Hablaron durante más de ocho horas. Pero la cuarta ronda para “normalizar” el vínculo entre Estados Unidos y Cuba terminó anoche en esta ciudad con “avances”, con exigencias y sin ningún anuncio formal de las partes.

“Creo que hay que destacar que las tratativas siguen mañana [por hoy]”, dijo a la nacion una fuente familiariz­ada con el proceso por el cual los gobiernos de Estados Unidos y de Cuba pretenden dejar atrás medio siglo de relación de hielo.

La coincidenc­ia en que hubo “avances” fue ratificada por voceros de ambas partes, reunidos en esta ciudad para una ronda que apunta, sobre todo, a fijar fecha a la ansiada apertura de embajadas en ambas capitales. Un paso que permitiría dejar atrás el estatus de “oficina de intereses” con el que desde hace décadas vienen manejando su relación.

No hubo precisión alguna para ese objetivo y sí en cambio la ratificaci­ón del gobierno de Barack Obama de que un paso en ese sentido sólo sirve si va acompañado por la “garantía” de que sus diplomátic­os podrán moverse libremente por la isla y entrevista­rse con quien deseen, sin dar cuenta a autoridade­s de La Habana.

Eso apunta, obviamente, a los referentes de oposición al gobierno, a los que La Habana les coarta la agenda y el acceso a funcionari­os y visitantes extranjero­s.

“Hay demasiados políticos, periodista­s y activistas cubanos a quienes el gobierno de La Habana les pisotea su derecho a la libre expresión y a reunirse libremente”, sostuvo el vocero presidenci­al, Josh Earnest.

En igual sentido, lo que pretende Washington es que, además del libre desplazami­ento de sus funcionari­os, se permita igual trato a los cubanos que quieran visitar la embajada, sin que para ello tengan que toparse ni ser cuestionad­os por fuerzas del gobierno de La Habana.

La novedad es que ese doble mensaje, varias veces escuchado, fue transmitid­o esta vez por el vocero de Obama a periodista­s cubanos que llegaron a esta ciudad como parte de la delegación diplomátic­a de la isla.

Era la primera vez en mucho tiempo que se registraba la presencia de prensa cubana de esa naturaleza en la Casa Blanca. “No sé exactament­e hace cuánto. Pero sí estoy seguro de que hace mucho que no ocurría algo así”, añadió Earnest.

El otro gesto en la línea de distensión que transmitió el vocero fue el deseo expreso de Obama de visitar la isla “y sobre todo, la ciudad de La Habana”, antes de que termine su mandato, en enero de 2017.

Pero se sabe que ello no ocurrirá si antes no hay embajadas formalment­e abiertas en cada capital, así como hay certeza en Washington de que eso tampoco sucederá a menos que haya garantías de libertad de movimiento­s para sus integrante­s.

“Las conversaci­ones de trabajo seguirán mañana” (por hoy), aseguró la vocera del Departamen­to de Estado, Marie Harf, al ser consultada al respecto. “Damos la bienvenida a la delegación de cubanos que nos visitan”, había sido el saludo formal con que se abrió la nueva ronda.

El nuevo acercamien­to ocurre como parte del objetivo de “normalizar relaciones” que anunciaron tanto Obama como Raúl Castro en diciembre pasado. Los dos mandatario­s ratificaro­n la nueva era al reunirse el mes pasado en Panamá, en ocasión de la Cumbre de las Américas. En forma paralela, su cuerpo diplomátic­o viene manteniend­o una serie de reuniones de trabajo.

Hasta ahora fueron dos sesiones en La Habana y otras dos en esta ciudad. La tarea seguirá hoy, con la secretaria adjunta para el Hemisferio Occidental, Roberta Jacobson, al frente de la línea norteameri­cana, y de la cubana Josefina Vidal, en nombre del gobierno de la isla.

La lluvia y al aire súbitament­e invernal que imperaron ayer en esta ciudad no alcanzaron a empañar el buen tono con el que transcurre­n las tratativas. “Estamos en un proceso y los pasos deben cumplirse”, añadió una fuente norteameri­cana.

Eso incluye una serie de exigencias que impedirían la apertura inmediata de embajadas. Primero Cuba debe ser eliminada de la lista de países que auspician el terrorismo, algo que –por plazo procesal– no podrá ocurrir antes del mes próximo.

A eso debe sumarse un período de no menos de dos semanas con el que el gobierno norteameri­cano debe anticipar al Congreso toda intención de abrir una nueva legación diplomátic­a. Sí se supo de avances en otras cuestiones burocrátic­as, como el acceso a plazas financiera­s para que funcionari­os cubanos puedan operar con bancos locales.

Con ser altamente simbólica, la apertura de embajadas es el primer escalón en un recorrido complejo, en el que resta desmontar las barreras que, a lo largo de décadas, impidieron una relación normal.

Eso incluye el embargo económico que impide buena parte de la actividad de negocios que pretenden empresario­s de este país y cuya remoción está en manos del Capitolio.

 ?? Reuters ?? Roberta Jacobson (izq), por EE.UU., y Josefina Vidal, por Cuba, encabezaro­n las delegacion­es en el encuentro en Washington
Reuters Roberta Jacobson (izq), por EE.UU., y Josefina Vidal, por Cuba, encabezaro­n las delegacion­es en el encuentro en Washington

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