Esta vez no la salvó ni otro avance del crudo
La Bolsa porteña cerró en baja ayer tras haber amagado a sostener el rebote de la rueda previa, apalancado por la revalorización que los papeles más ligados al negocio petrolero (que condicionan en casi dos tercios la evolución de su índice de precios) lograban gracias a un nuevo avance en el precio global del crudo.
Sin embargo, el Merval (que había llegado a ganar más del 1,5% al mediodía) cerró la rueda con una baja del 0,23% afectado por la falta de demanda que deriva del creciente desinterés inversor. Ese resultado se vio atenuado por la suba de casi 3% que mostró Petrobras.
El volumen de negocios con acciones apenas superó ayer los $ 100 millones para convertirse en el menor de una rueda normal en lo que va del mes y desde marzo. Algunos adjudican esa retracción inversora a los valores que han alcanzado algunos papeles y las cosas que aún quedan por definir en este mercado. Aluden, en este caso, a la incertidumbre que rodea el proceso electoral cuando restan semanas para que comiencen a definirse candidaturas y alianzas.
Tal vez por eso, el mercado fluctúa entre lateralizar o ceder posiciones. Y sólo encuentra en factores externos (como los vaivenes del crudo) impulso para algún ascenso.
Los papeles más golpeados en esta etapa suelen ser aquellos que, por haber concedido buenas ganancias en los meses previos, facilitan una salida. En este línea, por caso, pueden leerse las bajas de Comercial del Plata (4,5) y Edenor (4%) de ayer.
El desinterés también condiciona a los bonos, aunque allí los movimientos son más atenuados porque todo aquel que tiene un título dolarizado es reacio hoy a venderlo ante la expectativa de ganar más en el mediano plazo por apreciación del papel y una posible devaluación.