Una banda que cobró rescates millonarios
Con dos pagos, el grupo juntó 4.000.000 de pesos
La banda que tuvo cautivo durante ocho días a Daniel Rebagliati cobró casi $ 4.000.000 para liberar sanos y salvos a este empresario y a otro hombre de negocios que fue secuestrado en la zona de La Matanza hace tres meses y medio. Con ese dinero, compraron una camioneta Volkswagen Amarok, un VW New Beetle y un Ford Fiesta Kinetic.
Según fuentes policiales y judiciales, para los investigadores la banda que secuestró a los dos empresarios fue desbaratada y ambos casos quedaron esclarecidos. Esa presunción se funda en el hecho de que anteayer Rebagliati reconoció las voces de al menos cinco de los ocho sospechosos detenidos, acusados de haber integrado la banda y en que dos de los detenidos tenían parte de los $ 2.000.000 del rescate.
Además de los teléfonos en común usados por los delincuentes en ambos hechos, los peritajes confirmaron que la voz del secuestrador que negoció los pagos de los rescates con las familias de ambas víctimas corresponde al imputado de quien sólo trascendió su alias: “el Pelado” o “Jano”. Por el estricto secreto del sumario impuesto por el fiscal federal Paul Starc, no se conocieron las identidades de los secuestradores. Aunque trascendieron sus apodos.
Desde el momento en que los secuestradores hicieron el primer llamado extorsivo, Starc se hizo cargo del caso y convocó a los tres jefes de las Direcciones de Investigaciones de Tres de Febrero, Lomas de Zamora y La Matanza para salvaguardar la vida del empresario y apresar a los delincuentes. Hace siete años Starc comandó la investigación que desbarató la última banda que cometió secuestros largos y tuvo cautivo a Ariel Perretta.
Así, se identificaron teléfonos y se establecieron vínculos entre esas líneas, se cruzaron comunicaciones y se escucharon las conversaciones de varias decenas de teléfonos. Esa tarea fue encargada a una dependencia especial de la Agencia Federal de Inteligencia, a cargo de Josefina Kelly.
Hasta anoche, “el Pelado” estaba internado en el hospital Posadas, debido a que fue herido en los testículos durante el tiroteo que mantuvo con los policías que lo interceptaron cuando salía de Fuerte Apache. Junto a él iban dos sospechosos que integraban el núcleo duro de la banda.
El jefe del grupo delictivo era “el Viejo”, un ex suboficial de la Policía Federal que tenía una condena a tres años de prisión por un robo cometido en 2008. En un lavadero de autos situado a tres cuadras de su casa, en Labardén y Perú, tuvieron cautivo a Rebagliati. El sospechoso identificado como “Lío” también cumplió una labor importante dentro del grupo. Su madre fue detenida porque tenía en su poder varias armas de fuego. Uno de los hermanos de “Lío” fue apresado hace una semana cuando llevaba una ametralladora.
Los tres sospechosos y otros cómplices interceptaron a Rebagliati cuando circulaba en la camioneta Ford Ranger de su empresa, en Santos Lugares. Según se estableció a partir de la reconstrucción del hecho, los delincuentes se dividieron en dos grupos. Cuatro de ellos iban en la Honda CRV que se cruzó delante de la Ranger de Rebagliati. Los otros dos iban en un Volkswagen Voyage. Armados con ametralladoras, obligaron al empresario a subir en la Honda CRV.
Los delincuentes parecían sentirse cómodos en Tres de Febrero. El secuestro de Rebagliati se desarrolló en un radio de no más de treinta cuadras. El lavadero donde lo tuvieron cautivo está a 20 cuadras del lugar en el que se pagó el rescate; a 15 de la avenida General Paz, y a 25 del lugar donde fue interceptado.